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Número 7, Agosto 15 de 2013


Villa de Leyva: "Aparentemente" todo en calma/Declaraciones

 

del Arzobispo de Tunja/Hora de Pensar

 

 

 

 

Un recorrido por Villa de Leyva revela que todo está en calma. Aparentemente.

En la plaza de mercado, donde a las cuatro de la tarde ya los campesinos están levantando sus toldas para el mercado del sábado, solo había un camión venido de Moniquirá y se estaban levantando estructuras para dos solitarias toldas. Es importante anotar que los vendedores de la plaza de mercado han sido amenazados con "cogerlos a piedra" si van a vender sus productos.

En una de las tiendas que rodean la plaza, la gente expresaba su opinión y su malestar: “Este gobierno es solo para los ricos y no está poniendo atención a las quejas del pobre (…), no, no creemos que vayan a llegar mañana más camiones con mercado”, dicen refiriéndose al único camión al otro extremo de la plaza.

El terminal de transportes estaba absolutamente desocupado, no hay buses entrando ni saliendo de Villa de Leyva. Calle arriba del terminal, soldados fuertemente armados patrullan las calles casi solitarias. Un vecino nos informa que grupos de “revoltosos que venían en camiones para Villa de Leyva, fueron devueltos”.

Entramos a una de las tiendas que surten a Villa de Leyva y nos dicen, que de no levantarse el paro les quedan alimentos para uno o dos días y que después tendrán que cerrar. Solo el camión de la carne sigue repartiendo sus suministros, “porque el matadero queda en Villa de Leyva”. Otro vecino dice que ha oído que la plaza de mercado será bloqueada por los cuatro costados si intentan llegar camiones con productos del campo.

Villa de Leyva se ve inusitadamente solitaria para un viernes por la tarde. Uno de los comerciantes de la Plaza Principal que ha mantenido su negocio abierto reporta que hay 8 negocios abiertos y 14 cerrados. Como no hay transporte, no están llegando turistas a los hoteles. Villa de Leyva parece prácticamente paralizada.

Al final de la tarde llamo a un servicio de transporte público (no de taxis), con el ánimo de dar un recorrido más amplio por las zonas circunvecinas de Villa de Leyva. El conductor me dice que desde ayer todos los carros están guardados por órdenes del patrón, ya que lo amenazaron con “romperles los vidrios a sus vehículos si se atrevía a sacarlos”.

Sin embargo, todo está en calma. Aparentemente.

ÚLTIMA HORA (Viernes 23 P.M.)

 

Manifestantes quemaron peaje de Sáchica, Boyacá.

Los manifestantes de la protesta campesina le prendieron fuego en la noche de este viernes al peaje de Sáchica, en la vía que de Tunja conduce a Chiquinquirá, cerca de Villa de Leyva.

 

 

                          Hora de Pensar...

 

Fernando Cordovez

 

¿Qué beneficios ofrecería una Colombia en Paz?  

 

¿Un futuro más cierto y digno para las generaciones venideras…………¿?

 

Lo importante del ahora, lo que decidamos en cuanto a cómo participar  ya sea  negativamente, al margen,  o positivamente,  en  la construcción de la  paz,  nos ha  llegado la hora cero como colombianos.

 

Con acuerdo de paz o sin acuerdo, la relaciones  políticas, económicas y sociales  van a ser  diferentes, si le tenemos miedo a lo diferente estamos sobados  o sobándonos el resto de nuestras vidas COMO LO HEMOS VENIDO HACIENDO EN  LOS ULTIMOS 60 AÑOS Y MÁS,

 

Asesinatos, familias destruidas, padre, madres, hijas secuestradas, mutiladas, unos mendigando otros viajando y otros matándose, esa es la historia de hoy.

 

Vivimos en una sociedad consumida por la corrupción que a veces (no siempre y no a todos) nos toca a los colombianos, pero que nos toca nos toca  a todos aunque sea de ladito.

 

El acuerdo de paz se puede firmar y lo más probable es que se firme……. ¿Que se firme qué?

 

Esa es la bulla del momento, pidamos que la bulla suba permitiendo que se escuchen todos los puntos de vista sin temor, donde el camino sea un camino de esperanza ya en el ahora. Para los colombianos (no siempre y no a todos) nos ha acompañado esta frase:  ¡Aquí Nunca Pasa Nada!, pues ya está pasando, se está dialogando, con desaciertos, pequeñas bravuconadas, tirando la atarraya a ver cuánto se pesca en este rio revuelto.

 

Están en marea alta nuestros campesinos, particularmente en Boyacá y en Nariño donde los minifundios tejen sus campos con coloridas parcelas familiares.

 

La política agraria nacional por décadas ha descuidado al campesino llevándolo a sacrificios más allá de los aceptables para un padre que quiere un futuro para sus hijos y un plato de comida decente en la mesa. 

 

Si a esto le sumamos la crisis en la prestación de salud, la deficiente educación a que han sido sometidos los niños en las veredas, los subsidios prometidos y solo prometidos, el costo elevado de los insumos, el costo multiplicado del  cemento atentando contra los deseos de una vivienda digna y el precio de la papa, tomate, cebolla, etc. en el mercado interno y la oferta de estos mismos en el mercado internacional dejan sin más posibilidades a nuestros campesinos que el protestar;  el tema de las semillas es algo que no es un asunto únicamente económico, también es un asunto ético, semillas que no solo son transgénicos sino que responden a cierto tipo de pesticidas producidos por multinacionales y comercializadas  a precios que atentan contra la economía familiar de nuestros campesinos.

 

La salud, todos sabemos que pasa... los medicamentos y dónde están los que desfalcaron la salud jugando con la vida de padres, hijos, esposos, familiares y amigos, algunas de esa platas están en Dubai y diferentes paraísos fiscales, profundizando la inequidad y el sufrimiento de muchos colombianos. Caso emblemático de que la justicia es para los de ruana.

 

Un país con tratados de libre comercio con una infraestructura vial cementada por la corrupción y falta de planeación, cobijada por la indiferencia de muchos gobiernos y más bien utilizada como fortín electoral y económico por los políticos de turno y grandes familias. Así no se puede hablar de oportunidades para  todos.

 

Si bien es cierto que se necesitan proyectos agroindustriales estos no pueden estructurarse con triquiñuelas  jurídicas para favorecer grandes industriales y multinacionales dejando millares de familias a la merced de quienes trampean la ley… ¡Nuevamente la justicia para los de ruana! Ya vimos que tal vez el buffete de abogados más prestigioso del país hoy en día, no por sus prácticas éticas y profesionales como por el abolengo de sus apellidos, dejó en claro cómo y para quién opera la justicia en nuestro país.

 

El tema de la tierra es el pan de cada día en las dificultades que acompañan el país, allí está la guerrilla que décadas atrás dejo de pensar en nada diferente que el secuestro, el narcotráfico, extorsión expropiación de tierras campesinas, minería ilegal y demás actividades ilegales para lucrarse. En esta tarea los acompañaron en su momento las organizaciones paramilitares abriendo el camino para la apropiación de recursos del estado, en la famosa salud, infraestructura con sus carruseles de la contratación en Bogotá y a nivel nacional. Esto no es un fenómeno de los últimos dos años, esto viene de una práctica heredada por la gracia divina en el país del sagrado corazón por los siglos de los siglos amen.

 

Estamos produciendo 1.400.000 barriles diarios de petróleo, exportamos, vitales para millones de colombianos. Si la sociedad civil (usted y yo) es  un jugador importante no solo del desarrollo de estos levantamientos, sino de cómo llegamos a la paz, la violencia solo produce violencia, la paz no es a cualquier precio y ciertamente la justicia no puede ser solo un fortín de quienes la patrocinan o sustentan.

 

En un país donde la comisionista de valores más grande con casi el 70%  del mercado, se prestó para lavar dineros producto del narcotráfico, ya fuera  de la guerrilla, paramilitares o delincuencia común, pasando por todos los entes de control y cuando por orden de el alto gobierno se destituye al superfinanciero de hace  10 años cuando alertó acerca de lo que estaba sucediendo. Estas prácticas como derechos adquiridos por privilegiados que se comportan como seres inmunes a la justicia, son prácticas enemigas de la paz.

 

Los manifestantes en Boyacá ya decapitaron un joven motociclista que era hijo de alguien y ese hijo pudo ser de cualquier colombiano, otro colombiano murió dentro de una ambulancia y todo por los que reclaman derecho a una vida digna, así sea a costa de la vida de otros. Aquí hay algo profundamente mal. No podemos continuar dejando pasar estas barbaridades, debemos entender que la vida es sagrada y valorarla como tal.

 

No a la violencia

 

Es paradójico en mi simple entender,  que en el gobierno que se ha tratado el tema de la paz de una forma estructural y con amplia participación de la sociedad civil en lo posible (dada la falta de experiencia de esta y de el mismo estado) estemos presenciando lo que se está viviendo en el territorio nacional.

 

Por supuesto y entendible que existan enemigos de la paz a toda costa, como son los corruptos, narcotraficantes, los que se lucran de la guerra, ladrones de tierras,  contrabandistas y aquellos que se ven amenazados en sus privilegios ya sean otorgados o usurpados.

 

Hay sectores sociales y especialmente militares que ven amenazada y con justificada razón su estabilidad profesional y jurídica pero esto es conversable y la paz no puede pasar por los derechos de ningún colombiano y en particular de quienes han puesto su pellejo, no por soberbia sino por obediencia en su función de ser.

 

Hay quienes consideran que negociar con criminales no paga.  Lo que si paga es la paz. El país necesita justicia, paz y reparación.

 

Por obediencia se han cometido crímenes de lesa humanidad como ha sucedido en todas las guerras, hoy la desobediencia pide justicia y la violencia  no genera justicia solo genera más violencia. Un rotundo NO a los violentos. SÍ a la Vida no a la Muerte