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Número 10, Octubre 15 de 2013



Reunión de campesinos en San Pedro de Iguaque

 

 

 

 Dirigentes de Dignidad Agropecuaria Colombiana en reunión con campesinos del municipio Chíquiza

 

        

El miércoles 2 de octubre se reunieron aproximadamente 400 campesinos en San Pedro de Iguaque y luego, ese mismo día, otros 200 en Chíquiza para escuchar a los líderes del paro agrario nacional, quienes vinieron a apoyar a la comunidad en la creación de la asociación de campesinos de este municipio.

 

Chíquiza colinda con los municipios de Villa de Leyva y Arcabuco, con los cuales comparte el Santuario de Flora y Fauna de Iguaque. Es uno de los municipios más tradicionales de Boyacá, la mayor parte de sus habitantes son pequeños propietarios y minifundistas dedicados a la agricultura diversificada de clima frío: papa, maíz, haba, arveja, etc. Muchos de ellos se ven obligados a salir a trabajar como jornaleros o como obreros de la construcción en Villa de Leyva para complementar sus ingresos. Lógicamente, la crisis de la comercialización agropecuaria que llevó al para nacional, también afectó severamente a los campesinos de Chíquiza.

 

En representación del movimiento campesino hablaron los líderes Florentino Borda y Segundo Riaño quienes enfatizaron que la tarea más importante de este momento, después de las negociaciones, es la organización del campesinado conformando una organización en cada uno de los municipios, que represente a todo el campesinado, ya sean minifundistas, jornaleros, pequeños o medianos propietarios. Aunque en Chíquiza existen dos áreas de población (San Pedro de Iguaque y el pueblito de Chíquiza), se va a conformar una sola asociación que rescate la unidad de todo el campesinado del municipio.

 

Los voceros recalcaron en la importancia de la organización para gestionar conjuntamente la defensa de sus intereses, por ejemplo en cuanto a la comercialización de sus productos o la participación en los programas y proyectos que se formulen por los logros del movimiento campesino. Por ejemplo: a Venezuela se le puede vender mucha producción de alimentos; con la empresa Saab Miler los líderes tuvieron una reunión con el gerente en la que éste se compromete a comprar cebada para lo cual se planea sembrar 3.000 hectáreas. También se está gestionando un banco de maquinaria para la siembra de esos cereales, con miras a diversificar la producción. Igualmente, se está gestionando la construcción de un gran Centro de Acopio agroindustrial para Boyacá.

 

Cuando se inició el Paro Agropecuario Nacional, a la agricultura sólo le había asignado un presupuesto de 1 billón 800 mil pesos de los cuales 1 billón 400 mil eran para los caficultores, quedando muy poco para el resto del campesinado del país. Ahora, como resultado de los acuerdos del paro, el presupuesto es de 6 billones de pesos. Pero si los campesinos no están organizados y no se presentan proyectos, es muy probable que no se beneficien de esos logros.
Los señores Florentino Borda y Segundo Riaño enfatizaron que el problema con los Tratados de Libre Comercio, TLC, es más grave de lo que se ha visto, pues el TLC con los Estados Unidos y el TLC con Europa hasta ahora están iniciando. Igualmente señalaron que la pelea de Uribe con Chávez cerró las ventas a Venezuela, lo cual ayudó a precipitar la crisis.

 

César Pachón y otros líderes visitaron el Congreso de la República la semana pasada para preguntarle a los políticos qué han hecho por los campesinos y a exigirles políticas agropecuarias que beneficien al campesinado. Pero les sorprendió que ese congreso parece un kínder en total desorden. “No se puede seguir eligiendo esos doctores que vienen a hablar bonito y engañar. Para las agroindustrias más grandes, como Indupalma, sí direccionan cantidades de recursos”.

 

 

                                César Pachón, hablando en una reunión campesina en Sáchica


                                                       

La política del gobierno es que el campesinado desaparezca para que la producción la hagan las empresas multinacionales. Pretenden obligar a comprar lo extranjero y prohibir el uso de semillas tradicionales, acabando con el campesinado para que las tierras y la producción quede en manos de las grandes empresas.

 

Los voceros terminaron diciendo que las crisis también sirven para sacudirse, para caer en cuenta que no se puede seguir eligiendo a los que no representan al campesinado. Insistieron en la necesidad de reclamar lo que ordena el artículo 65 de la Constitución Política de Colombia:

 

“La producción de alimentos gozará de especial protección del Estado. Para tal efecto, se otorgará prioridad al desarrollo integral de las actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales y agroindustriales, así como también a la construcción de obras de infraestructura física y adecuación de tierras. De igual manera, el Estado promoverá la investigación y la transferencia de tecnología para la producción de alimentos y materias primas de origen agropecuario, con el propósito de incrementar la productividad”.