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Noviembre 29, 2006

La celebración de "El día del pavo"

Hoy se celebra lo que los estadounidenses llaman el “Día de Acción de Gracias” y lo que los latinos irónicamente han llegado a conocer como “El día del pavo”. Es una fiesta comercial en la que los vendedores de comida se enriquecen y en la que los gringos engordan aún más por toda la comida que engullen.

Según la mitología popular, lo que se celebra es una tradición supuestamente iniciada por los colonos de Plymouth en 1621, ordenada por el gobernador William Bradford a raíz de una cena en la que colonos e indígenas compartieron sus alimentos para dar gracias por la primera cosecha exitosa de los inmigrantes en América. Con esta cena, los colonos se suponía que además les estaban agradeciendo a los nativos de la zona, los wampanoags, por haberles enseñado lo que se necesitaba para sobrevivir en aquel Nuevo Mundo.

Para un escritor nativo americano, Russel Means, la historia es bien diferente. Según los descendientes de los wampanoag, investigando las historia del “Día de Acción de Gracias”, ellos confirmaron una tradición oral que había pasado de generación en generación. Lo que la mayoría de los estadounidenses conoce, según lo que se enseña en las escuelas, es que Massasoit, el jefe de los wampanoags, había dado la bienvenida a los peregrinos a sus tierras, las cuales llevaban ocupando por milenios. Los wampanoag les enseñaron a los colonos europeos cómo vivir en este hemisferio, mostrándoles qué alimentos silvestres podían recolectar, y además cómo y dónde hacerlo y qué cosechas plantar y cómo recogerlas, secarlas y conservarlas.

Sin embargo, continúa Russel Means, los wampanoag quieren ahora recordarles a los estadounidenses lo que en verdad sucedió después de la muerte de Massasoit. Su hijo, Metacomet, fue su sucesor y los peregrinos, en 1675, para “mostrar su gratitud” por lo que los wampanoag habían hecho por sus padres y abuelos, se inventaron un incidente como pretexto para justificar el desarme de los wampanoags, quienes atribulados por el robo de sus tierras ya no aguantaban más y habían empezado a resistir a los invasores. Los blancos los atacaron con armas de fuego, espadas, cañones y antorchas. La mayoría, incluido Metacomet, fueron masacrados. Su esposa e hijo fueron vendidos como esclavos. Su cuerpo fue desmembrado de una manera horrible. Por 25 años, su calavera fue puesta en exhibición en la punta de un palo en el pueblo de los colonos.

En1970, los wampanoag encontraron una copia de la proclamación del “Día de Acción de Gracias” escrita por el gobernador de la colonia. El texto revelaba la horrible verdad: Después de que la milicia colonial había regresado de masacrar a hombres, mujeres y niños en el poblado indígena, el gobernador proclamó la celebración de un día de fiesta para dar gracias por la masacre. Además impulsó que se hiciera lo mismo en otras colonias, o sea que, en cada otoño, después de la recolección de las cosechas, fueran a asesinar indígenas y a celebrar la matanza con un día de fiesta.

En noviembre de 1970, los descendientes de los wampanoag regresaron a Plymouth para dar a conocer la verdadera historia del “Día de Acción de Gracias”, junto con unos 200 indígenas de otras partes del país, con la idea de observar un día de duelo, no de celebración.

Los peregrinos originales, de perseguidos pasaron a ser perseguidores, ya que eran fundamentalistas religiosos, quienes se creían el pueblo escogido por Dios, mencionado en el Libro de las Revelaciones, y usaron todos los medios posibles, incluidos engaños, traiciones y masacres, para destruir a quienes no estuvieran de acuerdo con sus creencias religiosas. En 1623, en uno de los sermones “religiosos” de uno de sus líderes, el cual fue preservado para la historia, se daba gracias Dios por la plaga devastadora de viruela que había acabado con la mayoría de los wampanoags, quienes habían sido sus benefactores. Dicho sermón agradecía a Dios por haber destruido "principalmente a los jóvenes y a los niños (indígenas) la verdadera semilla de su reproducción, despejando así la tierra para que crezcan cosas mejores”.

Hoy, después de más de 500 años de masacres, los estadounidenses se sentarán a darse un festín que no tiene nada que ver con las cosechas y mucho menos se estará dando gracias al recuerdo de los nativos que una vez ayudaron a unos peregrinos venidos de lejanas tierras a sobrevivir en un mundo extraño. Millones de pavos serán masacrados para celebrar un mito que se repite año tras año y en la Casa Blanca, un pavo blanco, grande y gordo será perdonado y enviado a vivir a Disneylandia, curiosamente por un presidente que jamás le perdonó la vida a ningún ser humano condenado a muerte cuando era gobernador de Texas y a quien no le tiembla el pulso a la hora de mandar a invadir a un país y de masacrar a cientos de miles de civiles inocentes. Parece que en verdad se estuviera llevando a cabo una masacre perpetua para después dar gracias por ella.
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Para los interesados en la obra de Russel Means ver:
http://www.lamiradaindia.com/RUSSELLMEANS2.html

Agosto 07, 2006

El ejercito israelí: Los nuevos nazis

El ejercito israelí estudia los métodos utilizados por las SS hitlerianas para la aniquilación del guetto de Varsovia

Tomado de WebIslam
http://www.webislam.com/

El pasado 25 de enero el diario israelí Haaretz publicó un artículo del periodista Amir Oren en el que se afirmaba que responsables del Ejército israelí han estado estudiando las tácticas utilizadas por las SS nazis para el aplastamiento de la revuelta judía en el Ghetto de Varsovia en 1943 con el fin de aplicarlas contra las ciudades palestinas de Gaza y Cisjordania. El artículo de Oren está basado en la declaración de un alto responsable militar israelí al que el periodista se cuida de no identificar, para librarle de las previsibles represalias.
No resulta difícil de ver la razón por la que a Sharon y los máximos responsables políticos y militares israelíes les puede parecer útil el extraer lecciones de la forma en la que los nazis trataron a los judíos para aplicarlas a los palestinos. Tanto los nazis como los sionistas, que mantuvieron por cierto buenas relaciones durante la Segunda Guerra Mundial, se han guiado por una ideología racista basada en un profundo desprecio a los "pueblos inferiores", los judíos en el caso de los nazis, y los árabes en el de los sionistas. Muy reveladoras en este sentido son las declaraciones del ideólogo sionista, Vladimir Jabotinski, cuyo retrato aparece en numerosas ocasiones detrás de Sharon, y que fue el inspirador y mentor de los movimientos terroristas sionistas en Palestina, responsables del asesinato y limpieza étnica llevados a cabo contra la población árabe local.

Los métodos utilizados en el aplastamiento de la revuelta del Ghetto de Varsovia han quedado reflejados en detalle en los escritos del general nazi, Jürgen Stroop, que estuvo personalmente al mando de la operación. Stroop realizó un exhaustivo relato día a día, e incluso hora a hora, de estos hechos, que duraron un total de 28 días, en los meses de abril y mayo de 1943.

En este relato, de setenta y cinco páginas de extensión, que se ha conocido históricamente como el "Informe Stroop: El Ghetto de Varsovia ya no existe (Es gibt keinen jüdische Wohnbezirk in Warschau mehr!)", el general alemán describe pormenorizadamente cómo sus tropas aniquilaron o deportaron a los 60.000 judíos que quedaban en el ghetto y que habían iniciado una resistencia armada contra los nazis. Muchos de estos judíos trabajaban en las fábricas de armas, situadas en el interior del ghetto, y que abastecían al Ejército alemán. De esta forma, les fue fácil conseguir armas para oponerse a las órdenes de deportación llegadas desde Berlín.

Tras producirse la sublevación en el guetto, el Reichsführer Heinrich Himmler, jefe de las SS, llamó a sus tropas a aplastar la revuelta sin piedad. Curiosamente, el general nazi Stroop se refiere en sus escritos a los judíos alzados en armas como "terroristas", una clara similitud con lo que sucede actualmente en Palestina, pues el gobierno de Sharon califica también de este modo a todo aquel palestino que se oponga a la ocupación israelí.

Existen aún otras similitudes más. Stroop rodeó progresivamente el guetto con un muro y vallas, al igual que los israelíes hacen actualmente con las ciudades palestinas, y comenzó la estrategia de demoler las casas del guetto una por una y manzana por manzana. Los nazis volaron los edificios de apartamentos, tiendas y otros edificios. Los judíos que resistían fueron asesinados y el resto deportados a campos de concentración. Cualquier acto de resistencia, como un disparo, llevado a cabo desde un edificio bastaba para que todo el bloque fuera demolido o incendiado -una práctica similar a la que realiza Israel en la actualidad-. Los sótanos, donde algunos judíos se ocultaban, fueron llenados de gas venenoso. El acto final tuvo lugar el día 16 de mayo, cuando los nazis llevaron a cabo la voladura de la sinagoga de Varsovia, como símbolo de que todos los judíos habían sido muertos o deportados.

Un método similar fue utilizado otra vez en 1944, cuando la población, no judía, de Varsovia se alzó en armas contra los ocupantes nazis, cuando las tropas soviéticas se hallaban a pocos kilómetros de la ciudad.

Si el Ejército israelí está estudiando las operaciones de las SS en el Ghetto de Varsovia, la única fuente que puede manejar es el Informe Stroop, que el propio general escribió, ilustró y ordenó encuadernar con tapas de cuero con el fin de ofrecerlo al propio Himmler como un regalo personal. Este informe fue presentado en el Tribunal de Nuremberg en 1946, por el fiscal Robert Jackson, que fue quien lo hizo público por primera vez. En Nuremberg, el informe sirvió como prueba de primera mano sobre los crímenes de guerra nazis. Stroop fue capturado en 1945 por el Ejército Soviético, juzgado y ejecutado.En 1998, fue editado en forma de libro.

No cabe duda de que el propio hecho de que este informe sea ahora estudiado por el Ejército israelí supone en sí mismo una gravísima amenaza para la paz en Oriente Medio y en el mundo. Los esfuerzos del gobierno de Sharon para alcanzar "una solución final al problema palestino", que suponga el aniquilamiento o deportación de este pueblo pueden desembocar en un conflicto religioso y étnico de grandes proporciones del que ninguna nación podrá escapar.

En realidad, las operaciones llevadas actualmente por el Ejército israelí dentro de los territorios palestinos, son ya una copia exacta de las llevadas a cabo por los nazis en Varsovia en abril y mayo de 1943. Lo que faltaba hasta ahora es un reconocimiento en este sentido y ello se ha producido con el mencionado artículo de Amir Oren en Haaretz.

Reacciones

Tras hacerse público el artículo de Haaretz, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, se negó a comentar su contenido en una rueda de prensa celebrada el 27 de enero, afirmando que "no iba a responder a los artículos en los que no se mencionan las fuentes por su nombre". Sin embargo, el propio portavoz de Sharon, Raanan Gissen, fue más claro. Al ser preguntado el 30 de enero acerca de esta cuestión, Gissen contestó: "Algunos oficiales pueden haber estado estudiando esto (la represión de las SS nazis contra los judíos en el Ghetto de Varsovia). Ellos pensaron, sin duda, que había similitudes debido a que se trata en ambos casos de una lucha calle por calle, en nuestro caso contra la Autoridad Palestina".

Dentro de Israel se han producido algunas voces de protesta contra este deslizamiento hacia el fascismo que registra el Estado judío bajo el liderazgo de Ariel Sharon, quien ha estado creando una histeria antipalestina y un clima de rechazo a los Acuerdos de Oslo desde su subida al poder el pasado año. Recientemente, el propio Sharon lamentó públicamente no haber asesinado a Arafat hace 20 años.

Un diputado de la Knesset (Parlamento) israelí, Roman Bronfman, ha formado una nueva fuerza política, el Partido de la Opción Democrática, con el fin "de impedir que Israel acabe convirtiéndose en un estado fascista", según sus propias declaraciones, realizadas al diario Haaretz el 28 de enero. Bronfman desea presionar a algunos líderes laboristas como el portavoz del Knesset, Avraham Burg; la viceministra de Defensa, Dalia Rabin Pelossof; y a Yossi Beilin para que obliguen al Partido Laborista a romper la coalición de gobierno con Sharon. Estos tres políticos han realizado dramáticas advertencias sobre las consecuencias de las políticas del primer ministro.

Abril 29, 2006

Prohibido cantar en español

No acababa de sacar el productor musical británico, Adam Kidron, una versión en español del himno nacional de los Estados Unidos, cuando los críticos, de Bush para abajo, se le vinieron encima. “El himno nacional se debe cantar en inglés, no en español” declaró W, “para que no perdamos el alma nacional”. Tanta miopía, mezcla de ignorancia, racismo y xenofobia, en verdad espanta. Para empezar, ¿cómo lo van a cantar en inglés personas que no hablan inglés? La respuesta de W, naturalmente, “que aprendan inglés y que lo canten en inglés”. Sin embargo, se le olvida al protector del “alma nacional”, que el inglés no se aprende de la noche a la mañana y que hay personas que ni siquiera tienen necesidad de aprenderlo, pues su vida cotidiana transcurre en el idioma español.

También hay que recordar que el inglés, tanto como el español, son idiomas foráneos en el continente norteamericano. Antes de la llegada de los ingleses y españoles, se hablaban cientos de idiomas a lo largo y ancho de América (y cuando digo “América”, me refiero a todo un continente y no a un país). Una estrategia del colonialismo cultural en todas partes del mundo (además de exterminar a los hablantes de una lengua), ha sido suprimirles su cultura, incluido su idioma, para de esa manera tratar de asimilarlos a la cultura del invasor.

Cuando los ingleses desembarcaron del Mayflower en Plymouth en 1620, allí no se hablaba inglés, se hablaba wampanoag o massachusett (de ahí el nombre del estado), y la comunidad wampanoag recibió a los peregrinos que llegaban sin visas ni pasaportes, con los brazos abiertos, y no los obligaron a aprender su idioma ni a convertirse a su religión, ni mucho menos a cantar sus himnos. Como pago, los peregrinos terminaron esclavizándolos y prácticamente exterminándolos. También prohibieron el uso de su idioma, massachusett, y el uso de sus nombres tribales.

Casi 400 años más tarde, el español se ha convertido en el segundo idioma más hablado de los EE. UU. y en California, por ejemplo, el 35% del total de la población del estado es latina. Lo que es más, los anglos son ahora una minoría (el 44.6% del total de la población del estado) y llegará un momento en que los latinos seremos la mayoría en este estado. No creo que se nos ocurra entonces obligar a los anglos a aprender español (aunque aprender dos idiomas, dicen los estudios, estimula el cerebro), pero si quieren cantar cualquier canción en español, desde La Cucaracha, hasta el himno de los EE. UU., son más que bienvenidos. De todos modos, el poema en que está basado el himno, escrito en 1814, tiene palabras tan complicadas para un inmigrante que esté aprendiendo inglés, que tal vez ni el mismo Mr. Bush las entienda. Tampoco es de extrañar que un poema guerrero haya sido adoptado como himno de los EE. UU., ya que en general la función de los himnos es inspirar un falso patriotismo, usualmente por medio de imágenes bélicas. Es así que un poema, no muy brillante de por sí, aunado a una música dispar, es ahora uno de los símbolos patrios de los EE. UU.

Sin embargo, si alguien quiso tomarse la molestia de adaptarlo al español, ¿por qué quejarse? Tal vez debería ser traducido desde el tagalo hasta el chino, para que todos aquellos que no hablen inglés puedan entender y apreciar “el alma estadounidense”, pues al contrario de lo que piensa Mr. Bush, su alma no se desgastará si su himno se canta en otro idioma.