MARIO LAMO JIMÉNEZ
Dios: un anciano bueno de barba blanca y con un tic nervioso.
Una modelo: toda piernas y escote.
El General Carlos Bejardes: un general de tres soles, dos lunas y un asteroide.
El Ministro de Guerra: tiene cuerpo de galgo y cara de bulldog.
El Ministro de Gobierno: tataranieto de un ex-presidente, nieto de un ministro e hijo de un ex-presidente.
Esta obra esta basada en acontecimientos reales que tuvieron lugar después del asesinato de Gaitán hasta poco antes del golpe militar del General Rojas en 1953, sin embargo es un producto de la imaginación del autor.
El escenario está a oscuras, una luz ilumina gradualmente a un anciano bonachón sentado en una silla. Su voz se escucha desde la penumbra. Es la voz de Dios.
Dios: He recibido demasiadas inquietudes acerca del contenido del juicio final. La justicia humana y la divina son similares. La única diferencia es que la justicia humana es ejercida por mis delegados. Como prueba de mi magnanimidad, he decidido delegar un caso muy especial a manos de la justicia humana.
En guarda del prestigio y buen nombre que a través de los siglos he tenido, me veo precisado a informaros que se trata de un juicio sobre la conducta del recientemente fallecido, General de la República de Colombia, Carlos Bejardes. En caso de que la justicia humana lo condene, tal será el fallo, caso contrario recibira el cielo como morada eterna, para que la palabra de Dios y el hombre así sean una sola.
General Carlos Bejardes, descienda usted del Limbo, donde se lo tiene confinado en arresto preventivo, para que en su juicio se reconstruya a la luz pública el contenido de sus actuaciones.
Suena un redoble de una marcha militar un spot alumbra la derecha del escenario y vemos entrar al General en una silla de ruedas, el pecho lo tiene lleno de condecoraciones y en sus manos sostiene un pato de orinar.
Dios: Serán sus jueces, a su diestra, el señor Ministro de Gobierno, a su siniestra, el Señor Ministro de Guerra.
Se iluminan los dos ministros, visten elegantemente, usan sombrero y sostienen sendos tabacos en sus manos.
Dios saluda de mano al Ministro de Guerra.
Dios: Luis Ignacio, siglos sin verte, ¿cómo va todo?
Guerra: (Besándole la mano) Altísimo, no sé como agradecerle las deferencias que ha tenido para conmigo. De paso aprovecho para consultarle la posibilidad de un cupo en el tercer jardín del cielo para una sobrina mía...
Dios: (Dirigiéndose al Ministro de Gobierno) José María, placer infinito el tenerte en este juicio. ¿Cómo sigues del brazo?
Gobierno: Ya sólo un milagro me lo arregla, los años y la artritis son como un mal matrimonio, no hay manera de separarlos. ¿Tendría su Altísima un remedio casero para curarme?
Dios: Ruégale a San Benito que él es el especialista. (Le palmotea la espalda) Suerte en el juicio.
Fuera luces. Los dos ministros formularán a continuación los cargos. Las luces los iluminarán alternadamente con cada parlamento.
Gobierno: Testigos de cuyo testimonio es imposible dudar, se han acercado para informarme lo que ya es voz del pueblo, no solamente en la capital de la república sino en la provincia, se le acusa de...
Guerra: Sus actuaciones delictivas cuando desempeñó los cargos de:
Gobernador de Boyacá, Director General de la Policía Nacional y Jefe Civil y Militar de los Llanos Orientales.
Gobierno: En todos estos cargos, el General Bejardes, hizo negociaciones de las que obtuvo pingües comisiones que le rerpesentaron un capital no inferior a los dos millones de pesos.
Guerra: A cambio de salvoconductos para transportar ganado al interior del país fue como obtuvo la mayor cantidad de ese capital.
Gobierno: En los llanos repartió armas, vestuario y víveres a los bandoleros y fue complaciente con estos.
Guerra: Finalmente, el General Bejardes se dedicó a resolver los problemas administrativos de los llanos en vez de concretarse como era su deber al único problema existente en esa región: el problema militar.
Fuera luces. Un foco ilumina a una modelo, quien anuncia:
Modelo: Damas y caballero, este juicio es un esfuerzo más del gobierno colombiano y lo patrocina la Justicia Divina. Para su comodidad, tenemos el gusto de informarles que estará dividido en tres partes y un epílogo. Durante el juicio está prohibido fumar. Pasemos ahora a la siguiente parte, la excitante gobernación de Boyacá. (La modelo se contorsiona, exhibe su escote y sale de escena contoneándose).
Al fondo del escenario vemos una fachada construida con móviles. El general es llevado en su silla por el ministro de Gobierno, cogido a la cintura del anterior va el ministro de Guerra, recorren el escenario, se detienen en la mitad del mismo, dejan al general de espaldas al público y entonan a coro:
Coro: Quienes no hayan olvidado aquella época azarosa que vivió la República como consecuencia del nefando 9 de abril de 1948 y muy particularmente lo que se presentó en el departamento de Boyacá, sección esta que se convirtió en el epicentro de todos los conflictos políticos, podrán apreciar la ponderosa tarea que se echaba sobre mis hombros y la responsabilidad que asumía ante:
Gobierno: El gobierno.
Guerra: Las Fuerzas Militares.
General: Y el pueblo colombiano.
Los ministros corren y sacan al general por un extremo del escenario, al mismo tiempo suenan disparos, una cortina de humo se eleva del fondo, cuando esta se desvanece vemos una barricada hecha con sillas, llantas, escritorio, un sofá viejo y una cama.
El ministro de Guerra entra a escena arrastrando al general y lo deja en medio de la barricada. El ministro de Gobierno se atrinchera en un extremo, mientras que el de Guerra hace lo propio en el extremo opuesto.
Vemos como el general utiliza su pato de orinar de teléfono, por el mismo escucha y habla.
General: (Por el teléfono) Señor ministro de gobierno, la lucha partidista de violencia ha destruido 17 casas de elementos conservadores en Sogamoso, esta es toda la novedad del 9 de abril y sus días subsiguientes.
Gobierno: (Grandielocuente) Empecé con la ejecución...
(Socarronamente) de medidas preventivas.
Guerra: (Sale de su trinchera, mira por unos binóculos, grita desesperado) ¡Envíe a Bogotá toda la tropa disponible de inmediato! ¡La chusma enardecida avanza por los techos en dirección a Palacio!
General: (Mueve su silla de ruedas y se enfrenta al público) Pero señor ministro, ¡la tropa es liberal! (Retrocede angustiado).
Gobierno: (Suena un disparo, el ministro se tiende, grita) Entonces mande los fusiles y los uniformes, que aquí los rellenamos con la gente apropiada.
General: (Lee un telegrama) Los alcaldes y corregidores están contra el ejército.
Gobierno: (Corre al otro extremo del escenario) Seleccione a los alcaldes y a los corregidores, examinando sus antecedentes de honorabilidad y condiciones de idoneidad para el cargo. Es decir, ¡Remueva a esos hijueputas!
General: (Con un títere en la mano, el títere le lanza golpes) La gente no quiere cooperar...
Guerra: (Saca un revólver y lo apunta al público) Granjéese el respeto, la estimación y la simpatía de la gente para obtener de ellos su espontánea y eficaz colaboración, así toque amenazarlos. (Guarda el revólver).
Pasa un cura en bicicleta portando un fusil.
Gobierno: He recibido notificación de que los curas arengan al populacho.
General: (Corre detrás del cura, lo saca de escena) Un pelotón se tomó la iglesia para hacerle a un cura párroco unas discretas y respetuosas sugerencias acerca de su nobilísima misión. (Suena un disparo, el cura ensangrentado se arrastra de un lado a otro del escenario) Se le solicitó mantenerse en armonía con los nuevos alcaldes y corregidores y dispensarles (Irónicamente) "su sabio consejo". (Con un alarido) Sin embargo, ¡la situación es insostenible!
Gobierno
y Guerra: (A coro) ¡Convoque a elecciones!
Gobierno y Guerra acuden al despacho del General, departen unos tragos amistosamente, se sirven del pato del general.
General: (Con voz de locutor de radio) Las elecciones que se sucedieron después de la dejación de mi cargo de gobernador y que controlé como Comandante de Brigada, pues de aquel pasé a éste, (Pasa el pato de la mano del ministro de Guerra a la mano del ministro de gobierno) le dieron al conservatismo el doble de los votos obtenidos en las anteriores elecciones.
Gobierno: (Brindando) ¡Admirable!
Guerra: (Ingenuamente) ¿Y eso cómo lo logró?
General: (Hace con la boca el ruido de una ametralladora) Ratatatatata...., di de baja a la mitad de los electores liberales. Me enorgullezco que al llegar las elecciones no hubiera ni un solo muerto y cabe recordar que las relaciones entre los dos partidos fueron más cordiales a partir de la fecha. (Brindando) ¡Salud!
Gobierno: (El Ministro de Gobierno se viste una toga y se trepa en un podio, se dirige al General) El acusado tenga la bondad de responder a las preguntas que le formulen los acusadores y sírvase abstenerse de dramatizar aspectos insignificantes que nio tienen nada que ver con el juicio en sí.
Guerra: (Con un libro de contabilidad en la mano, lo inspecciona) Queremos saber cuál era la situación económica y fiscal del departamento en el momento en que usted asumió el cargo de gobernador.
Gobierno: (Se baja del podio, confronta al general) No estamos averiguando por los muertos, un cadáver sin papeles es como si no hubiese muerto nadie. Sólo queremos saber cuántos pesos con cuántos centavos se enriqueció usted durante el ejercicio de su cargo. Los muertos se pueden reponer, el dinero no.
El Ministro de Gobierno se rebusca entre los bolsillos de donde saca papeles de diferentes tamaños y aspectos que va arrojando al piso. Finalmente se queda leyendo uno que extrae de su zapato derecho.
Guerra: (Arroja el libro con violencia fuera del escenario, se escucha el grito de un transeúnte, un hombre aparece en escena sangrando por la cabeza. El ministro le apunta con un revólver, el hombre sale despavorido) La gente de todos modos tiene que morir, que mueran ahora o dentro de 30 años, ¡qué importa!, sin embargo el dinero sólo se lo puede gastar su legítimo dueño.
General: (Se pasea en su silla de ruedas, parece que fuera a decir algo trascendental, finalmente dice en tono introspectivo) Siendo el suelo y el subsuelo del territorio Boyacense inmensamente ricos, el pueblo boyacense inmensamente es pobre, ¿será esto acaso una vil paradoja del destino?
El Ministro de Guerra y el Ministro de Gobierno arrastran alternativamente al General por el escenario. Aparecen y desaparecen detrás de los módulos del fondo, de tal manera que en el interrogatorio que sigue, el General resulte contestando las preguntas al ministro contrario. Se tirarán la silla del general cual si se tratara de una pelota de ping pong. Aparece la Modelo con un letrero en el que se lee "5 minutos de interrogatorio".
Gobierno: Escalas de pobreza del departamento durante su reinado, digo, administración.
General: Los agricultores son los más pobres, después vienen los empleados públicos; luego la legión de chicheros y por último, los primeros, o sean los ganaderos.
Guerra: Caracterice en cuatro palabras al pueblo boyacense.
General: (Recitando) El pueblo boyacense es inteligente, virtuoso, noble y... resignado.
Gobierno: ¿Industrias pesadas?
General: Solamente dos: la chicha y la politiquería. Me di a la tarea de acabarlas y las acabé. Por todos los medios incitaba al pueblo a pensar en grande y fui afortunado en esta tarea porque el gobierno del excelentísimo señor Ospina Pérez no vaciló en darle vigoroso y definitivo impulso a la siderúrgica Paz del Río como tampoco echó pie atrás en su propósito de sacar avante la Ley 34 de 1948, el más importante decreto de su mandato, sobre el control de fermentadas.
Gobierno: Los problemas sociales que se salieron de madre a la muerte infausta de Gaitán, ¿cree usted que se debieron a convicciones políticas o tal vez a infiltraciones comunistas?
General: La supresión de la chicha y por consiguiente la desaparición de los que acumulaban riqueza, estimulando el crimen, era la solución del problema social, eje de todos los demás.
Guerra: Lo que en otras palabras significa que según el grado de fermentación de la chicha el populacho se tornaba conservador, liberal o hepático.
General: Para que el departamento de Boyacá pudiera recibir un millón 600 mil pesos en impuestos, el populacho invertía en chicha más de 18 millones de pesos. Las trascendentales decisiones de la política boyacense, tenían lugar en los expendios de chicha.
Gobierno: Necesitamos saber a dónde fueron a parar esos 18 millones de pesos cuando el pueblo dejó de consumir la fermentada maldita.
General: Alojamientos más decentes, vestuario para toda la familia, herramientas de labor... pero hay algo que vale más que todo eso, la armonía de la familia, lo que hizo descender el índice de criminalidad verticalmente.
Guerra: Pero la supresión de la chicha no acabó con los borrachos...
General: Usted entenderá, mi querido ministro de Guerra, que no se trata de transformar el mundo sino de entenderlo, y lo que yo entendí es que la gente se debía emborrachar con permiso del estado. Esto me hizo pensar en mejorar la calidad de los licores que se fabricaban de manera oficial, para lo cual contraté a un afamado licorista quien mejoró la calidad de los rones y aguardientes.
Gobierno: Aquí fue donde olimos un aroma extraño...
Guerra: Vamos al grano, mi querido general, usted sabe que el problema no es del contenido sino de la forma.
Gobierno: No era lo que se tomaban, sino de dónde se lo tomaban.
(El par de ministros confrontan ahora al general con sus preguntas, juegan como si estuvieran proponiendo una adivinanza.)
Guerra: Es como cuando un hombre recibe un balazo en el corazón y no muere por la herida sino por la infección.
Gobierno: No ponga cara de medalla, General, Usted sabe de qué se trata.
Guerra: A usted no se le juzga por servir aguardiente, mucho menos por tomárselo.
Gobierno: A usted se le juzga por quedarse con la botella.
General: Sus comentarios son absurdos, tendenciosos y calumniosos. La junta de gobierno resolvió modificar el contrato en el sentido de que las botellas fueran pirografiadas, que las tapas fueran de rosca y se recubrieran con una cápsula y que las entregas se hicieran en Tunja, no admitiendo sino la mercancía que llegara en buen estado.
Guerra: Dos millones de borrachos por ocho fines de semana, nos dan un gran total de 16 millones de borracheras, de a borracho por botella, son 16 millones de botellas....
Gobierno: Que fue donde usted obtuvo sus ganancias.
General: La secretaría de Hacienda y la Administración de Rentas llevaron a cabo el contrato de modificación del existente, obteniendo una economía de 17 centavos por botella. Es decir, que antes salía por 44 centavos y ahora solo valía 27.
Guerra: El nuevo tipo de envases y la mejor calidad de los licores le reportaron a usted ganancias inesperadas.
Gobierno: Aquí lo estamos juzgando por 17 centavos. ¿Acaso algún filósofo mencionó que la diferencia entre la honradez y la malversación de fondos, son sólo 17 centavos?
General: Pero los ingresos del gobierno aumentaron en un 200%.
Gobierno y Guerra a coro.
CORO: Y las borracheras aumentaron en un 200% y usted con sus 17 centavos por botella deshonró al glorioso ejército de nuestro país.
General: Preferible 17 centavos de deshonra que una borrachera con chicha.
Gobierno: Hay que analizar el peso jurídico de su argumento.
Guerra: La elasticidad de las leyes es como medias de mujer. Suben y bajan según el tamaño de las piernas del funcionario encargado de redactar los códigos.
Se prenden todas las luces del escenario. Los tres hombres fijan su mirada en el techo, hacen un círculo con la cabeza hasta fijar la mirada en un rincón del escenario. Fuera luces. Un foco alumbra el rincón donde aparecen Dios y la modelo sentada en sus piernas.
MODELO: Todopoderoso, eres Omnipotente, Potente e Imponente, tu sagrada virilidad me vuelve virgen cada vez que...
DIOS: Ha terminado la primera parte del juicio. Mujer, baja a la tierra y anuncia la
segunda parte.
Fuera luces, un reflector intermitente sigue a la modelo quien se dirige hacia los personajes.
MODELO: El Altísimo desea que este juicio continúe de la siguiente manera. LEYENDO:
I-El Ministro de Gobierno tiene que dramatizar más la defensa de las
instituciones.
II-El ministro de Guerra puede adoptar actitudes más cínicas, si así gusta.
III- El General enfatizará su enfermedad adquirida al servicio de la patria.
AL PUBLICO. Estimado público, empieza ahora la tercera parte al final del cual tendremos un intervalo de cinco minutos.
(LA MISMA FACHADA ANTERIOR AHORA CON UNA PUERTA EN EL MEDIO Y DOS VENTANAS A LOS LADOS. EL GENERAL SE ENCUENTRA EN EL MEDIO, LOS MINISTROS SE DESPLAZARAN HACIA ADENTRO Y HACIA AFUERA Y APARECERAN ALTERNATIVAMENTE A TRAVÉS DE LAS VENTANAS CONSULTANDO LIBROS O DESARROLLANDO ACTIVIDADES AJENAS AL JUICIO MISMO).
(MINISTROS A CORO DESDE SUS RESPECTIVAS VENTANAS)
CORO. El 17 de septiembre de 1949 se posesionó del cargo de Director y lo
desempeñó hasta el 11 de octubre de 1950.
SE PONEN DE PIE POR ENCIMA DE LA FACHADA CUELGAN UN LETRERO QUE DICE “DIRECCION GENRAL DE LA POLICIA NACIONAL; GOLPEE”.
GOBIERNO BAJA A SU VENTANA, GUERRA DESAPARECE.
Gobierno: Señor General Bejardes, explíquele al pueblo colombiano cuál era la
situación de la República en ese lapso de tiempo.
UN SOLO REFLECTOR ILUMINA AL GENERAL COMO EN UN INTERROGATORIO. EFECTO 1
General: El señor Ministro de Gobierno, doctor Luis Ignacio Adrede sabe mejor
que yo cual era la situación política en ese entonces.
LUCES ILUMINAN TODO EL ESCENARIO. GOBIERNO APARECE POR LA VENTANA OPUESTA. EFECTO II.
Gobierno: Ex ore parvuloru veritas.
GUERRA APARECE POR LA MISMA VENTANA, LLEVA UNA PELUCA DE MUJER.
Guerra: Usted puede saber que tiene una mujer entre las piernas pero eso no
quiere decir que sienta como ella. Limítese a contestar.
EFECTO I
General: Mis desvelos, mis esfuerzos, mis preocupaciones y mis
responsabilidades....
EFECTO II GUERRA EN VENTANA DERECHA, GOBIERNO EN VENTANA IZQUIERDA:
Gobierno: Mis Florida...
Guerra: Mis Bogotá....
Gobierno: Mis Barranquilla
Guerra: Mis Tenerife....
CORO: Mis.....terios de la vida.
EFECTO I
General: Mis actividades se circunscriben a un período jalonado por paros nacionales, clausura del Congreso, elecciones para presidente, transmisión del mando, huelgas de estudiantes y mil conatos de subversión del orden.
EFECTO II LOS MINISTROS CAMBIAN VENTANAS.
Gobierno: Qué siente una mujer entre las piernas... eso no es cinismo, eso es
pornografía.
Guerra: Drama viene de rama y dama, que traducido al español, significa ramera.
Gobierno: Stultorum infinitus est numerus
EFECTO I
General: La corta y azarosa historia de la Policía nos demuestra que a diferencia de las fuerzas militares, es una institución política.
EFECTO II GOBIERNO Y GUERRA JUEGAN UN PARTIDO DE AJEDREZ EN UNA DE LAS VENTANAS, EN LA OTRA VENTANA APARECE UN TABLERO CON LAS MISMAS JUGADAS. EL QUE JUEGA CON LAS BLANCAS EN UNO, LO HACE CON LAS NEGRAS EN EL OTRO.
Gobierno: ¿Eso es una opinión o una acusación?
Guerra: Las balas en sí no tienen partido y la gente al morir carece tanto de sexo como de credo.
Gobierno: El rey negro está bizco. MUEVE. Jaque.
Guerra: Los peones quieren romper la cerca. MUEVE:
EFECTO I
General: Porque sin dejar de cumplir con exactitud las funciones técnicas que la estructuran, debe ser un cuerpo de la más absoluta lealtad al “Régimen en el Poder” y esa lealtad se garantiza ante todo por la selección del personal dentro de los miembros del partido que están en el poder. Lo demás es literatura.
EFECTO II LOS MINISTROS EN LA OTRA VENTANA
Gobierno: Señor General, García Márquez no ha escrito todavía “El Coronel no
tiene quien le escriba”, ¿de qué literatura habla?
Guerra: Éste no es un juicio literario. El doctor Ospina nunca prohibió los escritores.
Gobierno: Los peones quieren romper la cerca. Jaque.
Guerra: El rey negro está bizco. MUEVE.
General: No los prohibió porque no los había. De todos modos la semántica sí jugaba un papel trascendental en el asunto. El carácter de “Institución Nacional” le debería venir de la unificación de su organización, es decir, que no deben existir policías departamentales, ni policías municipales. GOBIERNO Y GUERRA VAN AL OTRO TABLERO. Su organización debe ser para toda la república. De otra manera no se justifica la denominación inexacta de “Director General de la Policía Nacional”.
Guerra: Señor General, si usted pone en tela de juicio el nacionalismo del gobierno, eso equivale a que seamos agentes al servicio de extranjeros. Ni el capitalismo ni el comunismo socavarán una pulgada de nuestra conciencia nacional.
Gobierno: La policía siempre ha disparado sin discriminación de sexo, edad o raza.
Guerra: Su caballo se hizo donde no debía. MUEVE:
Gobierno: La dama se me fugó con un alfil. Jaque.
General: Una conciencia que se mida en pulgadas seguramente ha sido hecha a la medida norteamericana. El otro aspecto de “nacional” al que quiero referirme, que quizás sea el más importante LOS MINISTROS CAMBIAN DE TABLERO se le debe dar el procedimiento, porque los miembros de esta institución están obligados moral y técnicamente a obrar sin discriminaciones políticas, porque la ley es para todos y la justicia una.
Gobierno: ¿Acaso usted pretende aseverar que una sola bala ha sido disparada por
razones políticas? Detrás de la mirilla de cada fusil hay un cerebro pensante.
Guerra: Usted hizo cambios de personal que no consultaban la más mínima norma de beligerancia administrativa.
Gobierno: Su caballo se hizo donde no debía.
Guerra: La dama se me fugó con el alfil. Jaque.
General: Un ligero examen de la situación me llevó al convencimiento de que el número de hombres sobre armas era insuficiente para responder con eficacia a sucesos de gravedad que parecían inminentes.
Guerra: Mate. Nosotros ordenamos que Scotland Yard abriera la investigación para que el populacho se enterara quién era el asesino de Gaitán.
VAN AL OTRO TABLERO. Gobierno: Mate. Jordán Jiménez en persona investigó el asesinato. Se trataba de un asunto individual, por ningún motivo social. Un psicópata desadaptado, falto de cariño paterno se vengó así del sistema que lo parió.
GOBIERNO Y GUERRA SE DAN LA MANO.
CORO: Juguemos con las negras o las blancas, siempre hacemos las mismas jugadas. Le damos mate al contrario que según el caso es uno de nosotros para de esa manera mantener la opinión dividida. Así lo que perdemos en un tablero, lo ganamos en el otro.
ACABA EL APRETON DE MANOS. EFECTO 1
General: Bogotá contaba en 1800 unidades de las cuales dos terceras partes no me inspiraban confianza. Una quinta parte me inspiraba desconfianza y tres cuartas partes no ofrecían garantías. EL GENERAL BUSCA EN VANO A LOS MINISTROS. GRITA SU DEFENSA. DESPUES HABLA PARA SI O PARA EL PÚBLICO. El resto de las divisiones estaba compuesto por personal adicto al gobierno, pero la selección merecía muchos reparos porque se había dado cabida a analfabetos y reservistas de segunda clase, contrariando toda técnica.
LOS DOS MINISTROS DESAPARECEN TRAS LOS MOVILES, LOS SIGUIENTES DIALOGOS EN OFF. EL GENERAL AL NO ENCONTRAR A SUS INTERLOCUTORES, HABLA DIRECTAMENTE AL PÚBLICO.
Gobierno: Esto era para evitarle problemas morales a los miembros de la institución, si no podían leer en la prensa los nombres de sus víctimas, cumplirían mejor con su deber.
Guerra: Señor General, sabiendo usted que el tiempo apremiaba y que la situación política se complicaba cada día por la proximidad de las elecciones y la violencia desenfrenada de la oposición en el congreso, ¿qué medidas tomó usted para escoger el personal y no empeorar la situación, como fue el caso?
EL GENERAL TRATA DE ESCAPAR, SE LEVANTA COJEANDO DE SU SILLA DE RUEDAS, LE COLOCA SU KEPIS A UNO DE LOS JURADOS A QUIEN SIENTA EN LA SILLA. SE SIENTA ENTRE EL PÚBLICO Y SE ALEJA CADA VEZ MAS CON CADA PARLAMENTO.
General: Con ayuda de comisarios, intendentes y gobernadores se llevó a cabo un reclutamiento de los hombres más honestos y capaces, pues satisfacían las condiciones fijadas en el estatuto orgánico de la Policía y también la de ser de la más absoluta confianza del gobierno.
Gobierno: Un ignorante fusil en mano le sirve más a la patria que un extremista
instruido.
Guerra: ¿Qué le garantizaba a usted que los más capaces y honestos se conservarían así al frío contacto del metal?
General: Abrí un curso extraordinario para aspirantes a oficiales y respondieron 114 jóvenes de los cuales dos terceras partes eran bachilleres. Una tercera parte había cursado y aprobado el quinto de primaria. Este curso fue dirigido por los oficiales de la Misión Inglesa y terminaron satisfactoriamente 84.
EL GENERALSE SIGUE OCULTANDO ENTRE EL PUBLICO. EFECTO II. A MANO IZQUIERDA APARECE EL MINISTRO DE GUERRA ENSAYANDO UNOS PASOS DE TANGO, A LA DERECHA EL MINISTRO DE GOBIERNO SUBIÉNDOSE LA CREMALLERA DEL PANTALON. EL HOMBRE EN LA SILLA DE RUEDAS LES DA LA ESPALDA.
Guerra: ¿Cómo distribuyó usted esos fondos? ¿De qué dineros adquirió el lote de la séptima con séptima, por qué importó mercancías de Panamá?
Gobierno: Aquí no se le está indagando por ideas, se le está acusando por malversar fondos. Responda qué hizo con el comisariato, la reparación del edificio de Muzú, la clínica y el Palacio de la Policía.
Guerra: ¿Qué país donó la droga y elementos sanitarios para dotar la clínica?
SE ACERCAN AL FALSO GENERAL, LAS PREGUNTAS SUBEN DE TONO
Gobierno: ¿Cómo se distribuyeron los $120.000 que costaron las reparaciones del
edificio de Muzú?
Guerra: ¿Por qué sacó $30.000 pesos del fondo de empleados para comprar mercadería en Panamá?
Gobierno: ¿A cuánto ascendió su comisión con la casa Americana que le
suministró los paños y driles para los uniformes?
EL GENERAL RESPONDE, SORPRENDIENDO A LOS MINISTROS.
General: La cuestión también es de ideas, organicé cursos por correspondencia para agentes secretos y alcancé a repartir 30 conferencias.
LOS MINISTROS VAN A LA CAZA DEL GENERAL. SE DESHACEN DEL FALSO.
LOS MINISTROS CARGAN AL GENERAL DE VUELTA A SU SILLA DE RUEDAS.
Guerra: Se le dan 4 minutos para que responda a los cargos, antes de que le toque responder a la mayor acusación que pesa sobre su cabeza. SACA UN RELOJ DE BOLSILLO, LO MISMO HACE EL MINISTRO DE GOBIERNO. El tiempo empieza a correr. Ahora.
General: APRESURADAMENTE. Para que los edificios de la Escuela de Policía pudieran ser ocupados sin ningún peligro, pues en el concepto de ingenieros y arquitectos amenazaba con desplomarse, se emprendieron obras de reparación y readaptación que montaron la suma de $120.000. Además fue dotado de todos los elementos indispensables a esta clase de establecimientos. Agregados militares de los USA que lo visitaron no ocultaron su admiración y lo catalogaron como uno de los mejores de América Latina. Lo primero que se imponía en la Clínica de la Policía era dotarla con un cuerpo médico que correspondiera con eficiencia a la organización y funcionamiento de un establecimiento de esta naturaleza. No poca dificultad encontré debido al bajo sueldo que les estaba señalado y siéndome imposible mejorar de inmediato las asignaciones, logré interesar y comprometer a un grupo de especialistas que le haría honor y le darían prestigio a la mejor clínica.
Guerra: Minuto y treinta segundos.
Gobierno: Minuto y treinta y tres en el mío.
General: Lo inadecuado del edificio donde funcionan las oficinas de la Dirección de la Policía, donde empecé a contraer esta artritis calumniosa, digo, infecciosa me llevó a pensar en la adquisición de un lote para levantar un moderno edificio...
Guerra: Dos minutos treinta segundos.
Gobierno: Dos minutos y treinta y cinco en el mío.
SIMULTÁNEAMENTE
General: Estuve bastante afortunado al localizar el lote de la Séptima con Séptima que Mide alrededor de ocho mil varas cuadradas y que por su ubicación y extensión era el adecuado. Adelanté la negociación con el Banco de la República propietario de esta finca y con la misma entidad me comprometí a la adquisición de dos lotes
más.
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Guerra: Su reloj se adelanta dos segundos cada minuto y medio.
Gobierno: Su reloj se atrasa dos segundos cada minuto y medio.
Guerra: Este es un reloj impermeable no se retrasa con el sudor.
Gobierno: Éste es un reloj alemán, le está prohibido adelantarse.
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Convencidos hasta la saciedad de que las calidades de los paños y driles y que la confección de los uniformes que se venían suministrando, eran inferiores bajo cualquier aspecto a los ofrecidos por casas americanas y no justificándose pagar mayor precio por aquellos, por el solo hecho de protegerla industria nacional, se optó por adjudicar los contratos a algunas casas extranjeras, ni más ni menos que las especialistas en esas prendas y que por lo mismo son abastecedoras de varios países americanos....
Guerra: Tiempo
Gobierno: (Pausa.) Tiempo.
Guerra: Todo cuerpo de Policía funciona con los elementos propios de su trabajo, los cuales sin necesidad aparente usted se dedicó a cambiar para obtener ventajas materiales que engrosaran su cuenta bancaria.
Gobierno: En otras palabras, ¿por qué cambió los revólveres Smith and Wesson por otros de marca Colt y las patrullas Studebaker por otras de Panauto?
Guerra: Cuando suprimió la chicha negoció con las botellas, cuando cambió el color de los uniformes negoció con los driles...
General: El populacho quemó los pocos carros de vigilancia con que contaba la policía. Era tan urgente la situación que la fuerza de las circunstancias obligó a los organizadores de la nueva Policía a adquirir camionetas de reparto de las que utilizaban las empresas comerciales para adaptarlas al servicio de radiopatrullas.
Gobierno: Excelente medida, así el pueblo no notaría la diferencia, donde antes repartían pan ahora repartían bala.
Guerra: General Bajardes, ¿es acaso usted consciente de la mala imagen que le creo a la policía? Los detenidos del restaurante “Cecilia” fueron llevados a la comisaría en una camioneta que decía “Lavandería Imperial”, “también se pegan cuellos”.
Gobierno: Cuando la redada de las putas que pretendieron linchar al teniente Jaramillo, la camioneta donde las embarcaron decía: “Pan Caliente a toda hora, Patrulla 069”.
General: El contratista de los uniformes se tomó demasiado tiempo en las respectivas entregas, lo cual obligó al Departamento de Adquisiciones a hacer contratos con tintorerías para dejar de color carmelita los uniformes viejos que se hallaban en los depósitos.
Guerra: El hábito no hace al monje.
Gobierno: Vale más pájaro en mano que solterona en ataque de celos.
General: Los cuerpos de policía de fuera de Bogotá se uniformaban según los gustos de los comandantes y, en algunas guarniciones, con sujeción a las posibilidades de los contratistas.
Gobierno: En Guatancuy la policía tenía el mismo uniforme de las hermanas Bethelemitas.
General: Era necesario, pues, acabar con esa anarquía y con ese estilo de vestimenta que hacían del agente de policía una figura de opereta.
LOS MINISTROS SE TRANSFORMAN EN FIGURAS DE OPERETA.
Guerra: CANTADO
Como no señor Ministro
aquí desde Nueva York
visité la Marmon-Harrington
donde vi con honor
que carros radio patrullas
iguales a los de Nueva York
patrullarían las calles
de Usaquén a Fontibón
y los precios no son
centavos más
centavos menos
que aquellos estipulados
en ventas al exterior.
Gobierno: CANTANDO
Claro Señor Presidente
aquí desde Nueva York
visité la casa Colt
de un solo disparo
se acaba con un candidato
un negro, un comunista
un pato
sin embargo
hubo una equivocación
revólveres y pistolas
incluyendo munición
valen otros noventa y cinco centavos
en ventas al exterior.
Guerra: CANTANDO
Su eminencia
aquí desde Nueva York
visité la casa Russel
fabricante de vestuario
para cualquier ocasión
Fracs para golpe de estado
chalecos a prueba de bala
en caso de revolución
varios países suramericanos
adquieren sus prendas
aquí en el exterior.
General: ¿Quien será más figura de opereta, un analfabeta disfrazado de monja Bethlemita con un fusil al hombre o un ministro con amnesia contagiosa y extensiva a las generaciones futuras?
Gobierno: Cristo perdonó al buen ladrón basado en una interpretación deficiente de los códigos de justicia de su época. Aquí no se perdona ni el vuelo equivocado de una mosca.
Guerra: La justicia militar debe ser tan magnánima como la justicia Divina, permite condenar a su propio hijo con tal de salvar la humanidad.
General: En épocas de Jesucristo no se importaban armas de los Estados Unidos. El doctor Sourdis recibió los informes acerca de los contratos con las casas americanas. El ministro de Hacienda y el Contralor declararon anulados los contratos que se venían adelantando y se continuó la investigación, a la vez que se abrió una nueva licitación.
Guerra: La negociación estaba viciada por falta de supervisión en la junta de adquisiciones.
General: Sin embargo, el mismo contralor manifestó EN TONO DE FALSETE “La compra de los revólveres es una negociación que está perfeccionada y no hay en el mundo otra casa que pueda darnos mejores condi...(TOSE) condiciones.
Gobierno: Yo mismo elevé mi voz vehemente para que el atribulado pueblo no soportara en sus espaldas generosas una carga más, el precio escandaloso de las mismas armas con las que se le impediría protestar por el alto costo de la vida.
General: El doctor Luis Ignacio Adrede asistió a todas las sesiones de la Junta de Adquisiciones y al finalizar la última de éstas, repitió estas mismas palabras. FALSETE: “hasta ahora he venido a darme cuenta cómo debe funcionar una junta de adquisiciones; cuanto aquí se ha decidido merece toda mi aprobación y me declaro defensor de las negociaciones celebradas”.
Gobierno: Esa frase no apareció en el Diario Oficial, por lo tanto su afirmación carece de validez ético-jurídica.
Guerra: Sin embargo los precios de los nuevos contratos fueron superiores a los anteriores, ¿cómo aceptó usted esa incongruencia monetaria?...a no ser que...
General: Consulte la historia, Señor Ministro, si la historia se repite estamos condenados a conocerla. La iniciación de la guerra de Corea obligó al gobierno Americano a monopolizar lanas y algodones lo cual incidió en el alza de los precios.
Gobierno: Sencilla lógica, para visitar cualquier país extranjero hay que vestir con esmero y más aún si se piensa matar a los habitantes de ese país.
Guerra: Arterosclerosis histórica la suya General, Panauto no cumplió el contrato por estar ocupada con las armas que debía enviar a Corea y la policía perdió 20 unidades que necesitaba con urgencia.
General: OFUSCADO, A PUNTO DE UN PARO CARDIACO. Con todo, la envidia y la maledicencia se abrieron campo y sus autores, maestros de la murmuración, levantaron una nueva especie, el Coronel Bejardes cuando fue Gobernador de Boyacá hizo un contrato de adquisición de botellas que le reportó jugosas comisiones. Eso fue suficiente para que me empezara la flebitis. El soplo cardiaco me sobrevino con lo de las armas. Todas estas ocurrencias eran simples antecedentes para terminar con mi carrera militar. Ahora me va a sobrevenir....
EL GENERAL BEJARDES CAE DESMAYADO, LOS MINISTROS VAN EN SU AUXILIO. GOBIERNO LE ESCUCHA EL CORAZON.
Gobierno: Aún está vivo, espero que recobre el conocimiento para el tercer acto.
LE TOMAN EL PULSO, GOBIERNO EN UNA MANO, GUERRA EN LA OTRA.
Guerra: 46 pulsaciones por minuto y baja.
Gobierno: 48 pulsaciones por minuto.
Guerra: 36 pulsaciones por minuto.
Gobierno: 38 pulsaciones por minuto y baja.
Guerra: La izquierda no puede ir más rápido que la derecha. Su reloj sigue adelantado.
SE OSCURECE EL ESCENARIO. REFLECTOR A UNA ESQUINA/DIOS Y LA MODELO SE BESAN APASIONADAMENTE/DIOS INTERRUMPE EL BESO Y MIRA FIJAMENTE LA MODELO.
DIOS: Uno de los actos más creativos de mis funciones divinas fue la invención de la mujer. Al principio no sabía si colocarle dos o tres senos. LA MODELO MIRA AL PUBLICO, TRATA DE AVISARLE A DIOS QUE LA OBRA ESTA EN UN INTERMEDIO. Sin embargo razoné de la siguiente manera: El hombre tiene dos manos, que la mujer tenga dos senos.
MODELO: El General agoniza al final del segundo acto que acaba de concluir.
DIOS: Que preparen la escenografía para el tercer acto. Apaguen ese reflector que incluso Dios tiene derecho a su vida íntima.
A OSCURAS. MODELO: Entre este acto y el siguiente gozaremos de un intermedio.
Tres hamacas con mosquiteros en primer plano, perpendiculares al público. El General duerme en la hamaca de la mitad, a su derecha el ministro de gobierno, a su izquierda el ministro de guerra. El General en traje de fatiga, los ministros en trajes de tierra caliente. En un letrero deshecho se alcanza a leer: “Tauramena”.
General: Sin salir de las hamacas, jamás se enterarán de lo que pasa en estas tierras, son doscientos mil kilómetros de llano y agua lo que he venido a mostrarles.
Gobierno: De a mosco por metro cuadrado, son doscientos mil millones de mosquitos. De este mosquitero no me muevo.
Guerra: Hicimos este viaje para reconstruir su actuación en el lugar de los hechos, sin embargo usted no habló de mosquitos antes de partir.
Gobierno: Ni mucho menos nos mencionó que nos tocaría esperar en este pueblo poblado por fantasmas para siempre, hasta que nos recoja el Douglas.
General: Los habitantes se encuentran diseminados, no hay vías terrestres para el transporte automotor, la carencia de recursos distintos a la carne, las innumerables plagas diurnas y nocturnas, la bravura del clima y las distancias inconmensurables hacen de este territorio un teatro para operaciones militares casi imposible de dominar.
Gobierno: Haberse llevado a los bandoleros a pelear a otra parte y nos habíamos ahorrado todo este ajetreo.
Guerra: Tocó bombardear toda la zona porque sus habitantes le colaboraban a los bandoleros.
Gobierno: Sólo escombros y pedazos de zinc que se derriten con el sol cual si fueran cera. Una pista de aterrizaje con el pasto crecido y nosotros aquí varados recontando muertos y esperando a que nos recojan.
General: Todo parece estar hecho para el transporte aéreo y sin embargo los riesgos que se corren en el invierno no son pocos por razón de los vendavales, ni menores lo de tiempo de verano, debido a la calima.
Guerra: Tauramena, extraño nombre. Cuando las cosas desaparecen por lo menos queda el nombre de recuerdo. No podemos caminar.
General: Cuando el invierno ha entrado de lleno, junio, julio, agosto, septiembre y octubre es imposible viajar por el llano abierto, en verano no hay mayores problemas, aunque el agua potable escasea y las cabalgaduras tratan de insolarse.
Gobierno: Tengo sed.¿ Podemos ir por el río?
General: La navegación no es del todo fácil, los ríos tienen inmensos desparramaderos y palizadas en tiempos de invierno, y en tiempo de verano se limita a determinados sectores para embarcaciones de muy pequeño calado.
Gobierno: Anoche se me entró un murciélago con dientes de vampiro.
Guerra: He visto cucarachas del tamaño de un mango.
General: Las orillas de los ríos y de los caños son cubiertas de monte que forman fajas sobre las márgenes de más de un kilómetro de ancho. El terreno en su gran extensión es pantanoso.
Gobierno: En el primer pantano que cruzamos se me desfondaron las botas que traje de los Estados Unidos.
Guerra: Un sapo atravesó el río de un solo salto.
General: SUBIENDO EL TONO. ¿La simple y ligera descripción de este territorio no es acaso un problema para el desarrollo normal de operaciones militares? Cómo influyen los factores enumerados en la salud de la tropa, en el empleo de sus armas, en el equipo, en los abastecimientos y en la moral del combatiente, máxime cuando no encuentra enemigo que le presente combate sino que está en permanente estado de atalaya en el paso de un caño o de un río o en los contornos de un conuco.
Gobierno: A mi no me capturan vivo, yo me tiro al río así me muerda un caribe.
GOBIERNO CAE DE LA HAMACA, CHAPOTEA EN EL PISO. EL GENERAL Y EL OTRO MINISTRO SACAN LA CABEZA.
General: Despiértese señor Ministro, no se revuelque en el piso que está lleno de alacranes.
Gobierno: Un jíbaro me quería reducir la cabeza para ponérsela de corbatín, qué pesadilla. SE INCORPORA Y VUELVE A LA HAMACA.
General: Si carece de medios de transmisión, o estos le faltan para coordinar una acción, para emitir una orden, para dar oportuna cuenta de una sorpresa o para solicitar algo que demanda con urgencia, qué hace un Comandante para garantizar una acción, para emitir una orden, para dar oportuna cuenta de una sorpresa o para solicitar algo que demanda con urgencia, ¿qué hace un Comandante para garantizar una acción o para salvar la moral de sus hombres? ¿No es esto un verdadero problema militar?
Gobierno: Yo más bien diría que es un problema estomacal.
Guerra: ¿A qué se refiere?
Gobierno: Tengo diarrea.
General: Desgraciadamente los botiquines fueron donados por la Embajada Americana y todo lo que empacaron por error fueron píldoras anticonceptivas. Por suerte lo descubrimos a tiempo cuando a todo un pelotón le crecieron senos.
Gobierno: ¿Ya es de noche?
General: Bandadas de pájaros vuelan a acostarse.
Gobierno: ¿Será peligroso si camino solo hasta la letrina?
General: Más peligroso es que contraiga una infección en esa hamaca mojada. Podemos levantar los mosquiteros, a esta hora si acaso nos pica un tábano.
EL MINISTRO VA A LA LETRINA, LOS MOSQUITEROS ESTAN LEVANTADOS.
Guerra: Si yo hubiera sabido que para juzgarlo a usted tenía que venir a reconstruir los hechos a los llanos mismos, habría hecho que lo absolvieran de antemano. ¿No está demorado el avión?
General: Parece que el aeropuerto de Villavicencio sigue cerrado por la calima.
EL MINISTRO DE GOBIERNO APARECE CORRIENDO Y ESPANTADO.
Gobierno: Una culebra negra y brillante trató de hipnotizarme de un mordisco.
Guerra: Hoy es domingo y por aquí no se ve ninguna Iglesia.
General: El ministerio sagrado no se ejerce sino en contados lugares, estas gentes están sueltas de la mano de Dios. Pastores protestantes, desconociendo la legítima autoridad, catequizan con la protección y el beneplácito de los bandoleros. Estas gentes sin Dios y sin ley nos están creando un problema religioso que rompe la unidad nacional y pervierte la conciencia de las generaciones presentes y futuras.
Gobierno: Los ceibos se llenan de flores rojas en el verano, seguramente esos árboles fueron sembrados por bandoleros liberales.
General: Si se suben a esa loma verán el río Upía, allí los evangelistas fundaron un colegio y están recibiendo refugiados.
Guerra: General, tenga la bondad de dispararle a ese lagarto, no sea que nos contagie alguna enfermedad.
General: EL GENERAL SACA SU PISTOLA APUNTA AL AIRE, LUEGO AL MINISTRO. Está prohibido matar babillas. Capitán Silva, le comunico que está detenido, ya me decía yo que usted estaba efectuando vuelos sospechosos. Mientras a mis hombres ni siquiera se les vendía víveres, ¿cómo es que usted contaba con tantas simpatías por parte de la población?
Guerra: Estamos aquí aislados, incomunicados y sin alimentos y usted empieza a hacer teatro, General Bejardes modere su....
General: Desde la mitad del año (MIRA EL RELOJ) 1949, se observó en Casanare y Arauca la presencia de elementos facciosos y se temió que tuvieran vinculaciones con ciudadanos venezolanos desafectos al Gobierno del hermano país. Usted vino aquí para combatirlos, no para unírseles. Cabo Mantilla, confiese al Capitán Silva antes que me vea obligado a ejecutarlo en nombre de Dios y de la Santa Madre Iglesia.
Gobierno: Pero General, no soy clérigo...
General: De cabo para arriba ya se puede decir misa. Cabo cumpla las órdenes que se le imparten.
EL MINISTRO DE GUERRA SE ARRODILLA AL PIE DE LA HAMACA DEL MINISTRO DE GOBIERNO.
General: Repita conmigo Capitán Silva, Yo pecador me confieso....
Guerra: Esto es absurdo, él no es cura ni yo soy el Capitán Silva.
General: ¿Y esto tampoco es un revólver ni lo que va a salir por el cañón una bala?
Guerra: Yo pecador me confieso....
General: Que di un golpe militar sobre el gobierno de la Intendencia del Meta.
Guerra: Que di un golpe militar...
General: Que el Comandante, oficiales y tropa de la base de Apiay se declararon en rebeldía contra el gobierno legítimo.
Guerra: Que el Comandante, oficiales y tropa....
General: ¿Aló? ¿General Régulo Gaitán? Reporte de orden público del 25 de mayo de 1951. Para guarnecer el llano hay que organizar un regimiento de caballería con los efectos en hombres y dotaciones en elementos que demandan las circunstancias, para una acción enérgica, eficaz, de corto plazo, para batir los grupos de bandoleros. Voluntarios para ir de pesca, dos pasos al frente. ¿Ningún voluntario? El que quiera pescado que se moje el culo.
LOS DOS MINISTROS CUCHICHEAN ENTRE SI, SE PONEN DE PIE Y DAN DOS PASOS EN DIRECCION AL GENERAL, SE CUADRAN MILITARMENTE.
Gobierno: Cabo Mantilla.
Guerra: Y Capitán Silva.
A CORO: Se voluntarizan para ir de pesca.
General: Miren señores ministros, ¿acaso creen que estoy loco y que me van a llevar la corriente? Yo sólo les estaba ejemplarizando lo que es ser militar, lo que representa estar investido de tan alta dignidad. Todo me estaba permitido, menos hacer el mal, aunque el adagio rece “que no hay mal que para bien no sea”.
LOS MINISTROS ABANDONAN LA POSICION MILITAR.
General: Pelotón, no le he dado orden de descanso. Aborden las curiaras que nos vamos a rendaliar. Cabo Mantilla revise que no vaya a llover, Capitán Silva empáqueme el encauchado.
CADA CUAL ENTRA EN UNA HAMACA A UNA SEÑAL DEL GENERAL
General: Soldados a remar que vamos contra la corriente.
LOS MINISTROS REMAN EL GENERAL SE FUMA UN CIGARRILLO
Gobierno: General, reme que se está quedando atrás.
General: ¿Es que acaso no ven que voy en un barco de vela y el viento sopla generoso?
Con la ley en una mano (REVÓLVER)
y la espada en la otra (CIGARRILLO)
reto al que sea
para que me pruebe
que la virtud
no se habilita por decreto
General: Octubre de 1951, el señor General Gaitán, Comandante General de las Fuerzas Militares me informó que el gobierno había decidido crear la Jefatura Civil y Militar de los Llanos Orientales y me manifestó que se había decidido que yo desempeñara el mencionado cargo. Enseguida pasamos al despacho del Señor Ministro de Guerra, quien me confirmó la información haciendo un generoso elogio de mis cualidades. Capitán Silva imagínese que usted es el Ministro de Guerra y manifieste el generoso elogio.
Guerra: Yo soy el Ministro de Guerra.
General: Así me gusta que tome en serio su papel.
Gobierno: A mi me toca de cabo Mantilla o de Ministro de...
General: Agradezco el honor que el Gobierno me dispensa y los generosos elogios de su señoría, mientras esté en servicio activo iré donde la superioridad lo determine y sabré esforzarme en el cumplimiento de mi deber; supongo que se haya meditado muy bien a trascendencia de este nombramiento. Debe tenerse en cuenta que es un General de la República el que va a asumir la responsabilidad, por consiguiente, hay que darle los medios necesarios para cumplir su cometido, porque el fracaso de un General constituye el desprestigio de las Fuerzas Militares y el de éstas significaría el del Gobierno.
Gobierno: General la Patria ha meditado su nombramiento.
General: Cuando usted fue Ministro de Guerra señor Ministro de Gobierno, le expliqué perfectamente lo que le expliqué al Ministro de Guerra cuando el fue Ministro de Gobierno.
Guerra: Como su superior inmediato le ordeno que vuelva a la cordura General.
Gobierno: Si el ministro de Guerra puede ser el Ministro de Gobierno y el Gobierno el de Guerra, ¿cómo se sabe cuál es cuál después de las cinco de la tarde?
General: Señor periodista haga usted una pregunta más cuerda. Los he invitado a la posesión de mi cargo y espero que las preguntas estén a la altura. Las fotografías me las toman de perfil únicamente.
Guerra: Señor General queremos una declaración que deje entrever la complejidad del problema, en otras palabras, ¿nos puede resumir en una frase categórica la política que usted va a emplear?
General: "Por la razón o la fuerza". Pelotón, ensillar las cabalgaduras que nos vamos de gira por los llanos. Numerarse de derecha a izquierda y de arriba a abajo.
Guerra: Uno.
Gobierno: Dos
LOS TRES HOMBRES MONTAN EN LAS HAMACAS A GUISA DE CABALLOS, GALOPAN
General: Señores ministros el objetivo de esta gira consiste en ilustrarles con hechos en qué consistió mi política del convencimiento y la atracción. ¿Tienen alguna pregunta sobre el campamento que acabamos de visitar?
Gobierno: Los coloraditos que se me treparon por las piernas me están causando una infección en las pantorrillas, ¿hay algo más en los botiquines fuera de anticonceptivos?
Guerra: La situación es confusa, sus tropas no gozan de simpatía, se recela de ellas y se critican algunas de sus actuaciones por parte de la población civil.
General: De los tres mil soldados que guarnecen el territorio, 1900 han cumplido el tiempo de servicio obligatorio, y a la fecha llevan tres meses de retardo en el licenciamiento. Como pudieron apreciar los campamentos están desprovistos de lo más indispensable, los soldados duermen en el suelo y les toca requisicionar plátano y yuca para poder comer.
Gobierno: ¿Requisicionar y robar son la misma cosa?
General: Del mismo modo que un Ministro de Guerra y uno de Gobierno son dos personas diferentes pero al final la misma cosa.
Guerra: La población civil se muestra huraña, desconfiada y miedosa, los comandantes me informaron que contadas personas les merecían confianza, que las demás o eran francamente simpatizantes del movimiento bandolero o jugaban las dos cartas; que nadie se atrevía a dar informaciones veraces y que las que suministraban no tenían otro objetivo que el despiste.
Gobierno: ¿Nos podemos desmontar? Estoy mal de la vejiga.
PARAN LAS CABALGADURAS, GOBIERNO SALE DE ESCENA
General: Mi política tenía que traducirse en hechos y las decisiones tenían que ser audaces. Abramos el llano y hagamos como si nada hubiera pasado, o se compone esta situación o se empeora de verdad.
GOBIERNO APARECE CORRIENDO
Gobierno: La misma culebra de antes nos está siguiendo, esta vez espero hasta que me bajara los pantalones.
General: El que no esté con esta política estará contra ella.
Gobierno: Tenía cabeza de culebra y cuerpo de mujer, me miró fijamente a los ojos y me dijo: ¿Tienes sed de amor?
General: Si nos equivocamos podremos justificar ante todo el mundo los procedimientos que tengamos que emplear por la fuerza. Hagamos un despliegue de generosidad que si no es correspondido, se cambiará por un plan de restricciones y de lucha sin cuartel.
Gobierno: Yo no sabía qué decir, los senos los tenía destapados como dos frutas maduras listas a caer del árbol a mis manos, la contemplé extasiado y entonces me besó.
GOBIERNO CAE DESMAYADO, EL GENERAL Y EL MINISTRO ACUDEN EN SU AYUDA.
General: Es una picadura de culebra.
Guerra: (Tocándose sus partes nobles.) ¡Y en quë sitio!
General: No tenemos suero antiofídico tenemos que amputar o morirá en dos horas.
Guerra: Lo siento por la esposa.
General: Por suerte tengo mi cuchillo desinfectado. SACA EL CUCHILLO, GOBIERNO VUELVE EN SI.
Gobierno: Prefiero morir a que me amputen.
Guerra: En su epitafio dirán “murió meando por la Patria”.
General: Si en dos horas no nos recogen o el se queda sin su miembro o el país se queda sin Ministro de Gobierno.
Gobierno: He de velar por la suerte del partido conservador y ¡Vive Dios!, que no habré de asistir a su caída mientras viva. Fui llamado al ministerio como hombre de partido y no como hombre de Estado, y así seguiré actuando.
Guerra: Sigue actuando Luis Ignacio, más vale morir picado que vivir ateo en la anarquía.
LLEVAN AL MINISTRO A LA HAMACA Y LO ACUESTAN
General: Está delirando, si el Douglas no nos recoge en hora y media, procedo con el cuchillo.
Gobierno: Contra igualdad, libertad y fraternidad, Dios, Patria y Familia.
General: Es cierto que existe el método de succionar el veneno pero en tal caso prefiero que se muera.
Gobierno: ¿Cómo dice General?
General: Capitán Silva, ¿usted fue tan ingenuo que no cayó en cuenta cómo la Dirección Nacional Liberal jugó con usted cual si fuera una marioneta?
Gobierno: Tengo sed.
Guerra: Por deficiencias de comunicación nunca supe que el golpe de estado había sido canjeado por un paro general de la C.T.C.
General: Dos mil personas exhibían su miseria por todo Villavicencio, se les dio víveres para quince días, algunos utensilios de cocina y un hacha. Los mandé a abrir monte y así solucioné el problema de los desplazados.
Guerra: El Cabo Mantilla se nos muere de sed General
General: Lo mismo le pasaba al ganado, dos cosechas expuestas a perderse por mil causas de todos conocidas. En partidas de 200 cabezas diarias salieron con destino al matadero de Bogotá más de doce mil novillos gordos.
Guerra: Tiene hijos pequeños y una esposa.
General: Novillos de tres años de edad y vacas viejas, fueron trasladados a los potreros de ceba.
Gobierno: Usted compraba ganado a menos precio y después autorizaba la saca, incautaba novillos diciendo que eran de los bandoleros.
Guerra: Los ojos se le están inyectando de sangre.... una araña puso huevos en la herida.
General: Organicé una semana pedagógica encaminada a darle orientación profesional a maestros y maestras ya que en un 90 por ciento carecían de estudios normalistas.
Guerra: Luis Ignacio delira y el general se cree en guerra con los bandoleros.
General: Hice de cada niño un mensajero de la paz y un vínculo de concordia.
Guerra: Nacieron tres arañitas.
General: Al mismo tiempo que el magisterio debía constituir por su eficaz desempeño y ejemplo una barrera que preservara a los niños de la perversión reinante y de ser los bandoleros del futuro. Capitán Silva deje al muerto en paz y venga conmigo a repartir regalos que llegó la navidad.
Guerra: Detrás de cada uno de esos pequeños barrigones se esconden los bandoleros del futuro. ¿Quién es tan ingenuo de repartirle regalos a su futuro verdugo?
General: Todo era propicio para el advenimiento....
Gobierno: ¿Del niño Jesús?
General: De la normalidad y el ambiente no solamente era de trabajo intenso y prometedor sino de alegría.
EL MINISTRO DE GUERRA Y EL GENERAL ESTIRAN LOS BRAZOS Y RECORREN EL ESCENARIO CUAL SI SE TRATARA DE AVIONES EN PLENO VUELO.
General: El 23 de diciembre viajé con mi esposa y mis hijos en un avión, y en otro el Coronel Rengifo, bombardeamos el llano... con paqueticos que contenían juguetes y elementos de aseo personal con destino a los niños pobres. SE DETIENE HACE CUADRAR AL MINISTRO: Y según listas que previamente me habían remitido. Coronel Rengifo administre un vaso de agua al moribundo.
Gobierno: Si fuere posible con whisky y hielo.
Guerra: Si el Douglas no llega en una hora estamos perdidos.
General: Por primera vez en la historia del llano se hacía esto que es costumbre establecida en otras regiones del país. Así las tropas se granjearían la simpatía de la gente o al menos verían en ellas a los representantes de la Patria tendiéndoles la mano.
Guerra: Oigo los motores de un avión.
General: Coronel Rengifo vuelva a su sitio, que yo pienso en un avión no le confiere a usted derecho a escuchar su ruido. Capitán Silva, arreste al Coronel Rengifo.
Gobierno: REZANDO APENAS PERCEPTIBLE. Cuando mis pies ya inmóviles me adviertan que mi carrera en este mundo está próxima a su fin, Domine, exáudi orationem meam.
General: ¿Qué dijo?
Guerra: Parece que quiere ir al baño pero no puede.
General: Cuando les da por rezar es porque la muerte amarró el cuello del condenado con su soga de serpientes. Capitán Silva aplíquele a ese pobre hombre la extrema unción.
Guerra: Señor, Dios mío, desde este momento con entera conformidad y con ánimo resignado, acepto de vuestras manos cualquier género de muerte....SIGUE MURMURANDO.
General: Muerte a bayoneta o por disparo de mortero, lanzado desde un avión o en el palo de arara. La gente de bien constituía la gran mayoría, gracias a mi política le colaboraban efectivamente a las Fuerzas Militares.
Gobierno: Cuando mis labios fríos y temblorosos pronuncien por última vez vuestro adorable nombre. Dómine, exáudi orationem meam.
General: El doctor López tal como le había prometido a Urdaneta los invitó a imponer la paz, pero ocurrió que las entrevistas envalentonaron a los forajidos y desconcertaron a los liberales de bien. Y el doctor López manifestaba que hablando con Guadalupe y con los Bautistas él arreglaba el problema.
No jugué más a la normalidad, el establecimiento del orden se debía obtener por la fuerza.
Guerra: Los guerrilleros eran unos idealistas que se salieron de las manos de la Dirección Liberal, el mismo Carlos Lleras les había dicho ante sus peticiones: ”ni autorizamos ni desautorizamos, estamos con esos muchachos de todo corazón”.
General: La historia aquí la cuento yo.
Gobierno: Cuando mis ojos llenos de tinieblas y desencajados ante el horro de la cercana muerte, fijen en Vos sus miradas lánguidas y moribundas. Dómine, exáudi orationem meam.
Guerra: El meimbro se le está poniendo como una berenjena, parece que se le fuera a reventar.
General: Eduardo Franco debía suceder en el mano a Eliseo Velásquez. Tomaron inusitado auge los robos, los saqueos, los incendios, los arrazamientos, los asesinatos, las violaciones y no podían faltas en las previsiones, ante la imposibilidad de continuar efectuando bazares, los impuestos. EL GENERAL AUSCULTA EL CIELO. Capitán Silva oigo un Douglas que se acerca.
Guerra: Yo no oigo nada.
General: De prisa, revise la pista para que el Douglas pueda aterrizar, estamos salvados. MIRA AL MINISTRO DE Gobierno. Con un poco de suerte podrá orinar con un tubo conectado a la garganta. Cabo Mantilla, apresúrese.
Guerra: ¿Qué reviso?
General: Que no haya bombas en la pista, de prisa.
EL MINISTRO DE GUERRA VA A REVISAR LA PISTA
General: Los idealistas guerrilleros dijeron que los hatos con todos sus semovientes y tierras no eran de sus dueños sino de los revolucionarios, que los terratenientes nada tenían que hacer en el llano y que el régimen feudal había terminado. Pero se equivocaron de cabo a rabo y para eso estaba aquí el General Bejardes.
APARECE JADEANTE EL MINISTRO DE GUERRA
Guerra: El Cabo Mantilla reporta que la pista se encuentra en perfectas condiciones para el aterrizaje del Douglas. El cabo Mantilla reporta que no se ve ningún Douglas.
EL MINISTRO DE GUERRA MECE AL MINISTRO DE GOBIERNO, EL GENERAL MIRA EL CIELO CON LAS MANOS ENROSCADAS FRENTE A SUS OJOS.
General: La vida del llanero es miserable, el dinero que recibe por concepto de jornales durante las épocas de ganadería lo invierte la mitad en aguardiente y la otra mitad en ron. La base de la alimentación es la carne, el topocho, la yuca y el maíz, (MIRANDO AL CIELO) se metió por esa nube, (BAJANDO LA VISTA) a juzgarlo por la alegría que lo caracteriza, (MIRANDO AL CIELO) ahí le veo la cola, (BAJANDO LA VISTA) se diría que es el perfecto feliz.
Gobierno: Cuando, perdido ya el uso de todos los sentidos, el mundo entero haya desaparecido de mi vista y gima en el estertor de la última agonía y en las congojas de la muerte.
Gobierno: Dómine, exáudi orationem meam.
Guerra: Usted va a ser juzgado por esto General.
General: Mis actos los juzga Dios únicamente. El cabecilla Eduardo Franco recaudaba impuestos. (MIRANDO AL CIELO) Siempre dan tres vueltas antes de aterrizar. (BAJANDO LA VISTA) Esta situación económica que afectaba a los dueños de los hatos, sumada al factor político, que despertaba simpatía por los bandoleros fue otra de las causas del fracaso de la política del convencimiento y la razón.
Guerra: Una vez estemos dentro de ese avión lo declararé bajo arresto.
General: No me extrañan sus palabras, esa es la índole del colombiano, minar el principio de autoridad y burlar la justicia. Alístese cabo para la operación exterminio.
Guerra: Estoy harto de esto, yo no soy ningún cabo, soy un Ministro de la Patria.
EL GENERAL LO ENCAÑONA
General: Es por esto que la impunidad está siendo característica de la vida colombiana y a ello se debe igualmente el desprestigio de la administración de justicia en este país. Hay una crisis del carácter, de la moral. Es cuestión de educación, hemos ampliado demasiado los moldes educativos; hemos olvidado la composición racial de nuestro pueblo y el medio tropical en que se ha levantado.
Guerra: ¿O sea que la terapéutica tiene que ir a las causas del mal?
General: El aspecto discriminatorio más simple que resume los hechos es hacer dos bandos: los buenos y los malos. Vamos a batir los bandoleros hasta su exterminio.
EL GENERAL Y EL MINISTRO SE DESPLAZAN SIGILOSAMENTE POR EL ESCENARIO, EL MINISTRO SE CAMUFLA EN UNA HAMACA, EL General EN LA OTRA.
General: Hay que copar al enemigo entre dos fuegos. Cabo nos desplazamos al Hato Las Margaritas.
RODEAN LA HAMACA DEL MINISTRO DEL GOBIERNO, SUENAN RUIDOS DE DISPAROS.
General: (PARECE UN CADAVER IMAGINARIO. SONRIE). Es Eduardo Martínez. Escriba en el diario cabo. Jefe de los guerrilleros de Arauca, muerto el 18 de febrero.
SE DESPLAZAN DE NUEVO LEVANTAN LAS HAMACAS A MANERA DE BARRICADAS.
General: Terminada la limpieza del territorio de Arauca se reforzó el puesto de hato Corozal y se emprendieron acciones de alguna envergadura a lo largo del río Casanare, hacia arriba de Corozal, para cerrarle paso a los forajidos procedentes del Cocuy y batirlos si presentan combate o perseguirlos hasta el exterminio si huían.
INTERCAMBIAN HAMACAS, MAS DISPAROS, SE ACUESTAN BOCA ABAJO EN LAS HAMACAS CUAL SI ESTUVIERAN REPTANDO. SE LEVANTAN SE CUADRAN FRENTE AL PUBLICO.
General: Reporte de orden público
Guerra: En el territorio del Meta se mueven comisiones al Ariari.
General: Haciendo la limpieza de las márgenes de este río.
Guerra: Hacia el Metica, sobre la región del Nare.
General: Hacia la desembocadura del Manacacías, en el Meta.
Guerra: Hacia el Hume, partiendo de Cumaral.
EN CORO: Todas estas comisiones tuvieron éxitos rotundos, porque se cumplió el plan de limpieza en el departamento del Meta.
EL GENERAL SE SIENTA Y DA DECLARACIONES A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EL MINISTRO DE GUERRA SOSTIENE LA PISTOLA DEL 0 CUAL SI FUERA UN MICRÓFONO.
General: Concentrados los bandoleros en Casanare, el invierno los inmovilizaba y no tenían otro camino que situarse en zonas altas y de recursos agrícolas, zonas que por lo menos eran muy conocidas y de fácil localización por la aviación.
SUENA UNA EXPLOSION, EL GENERAL CONTINÚA CON LA ENTREVISTA AGAZAPADO TRAS DE UNA HAMACA.
General: No tendré nunca palabras para elogiar a los aviadores que bombardearon bajo mis órdenes. No tuvieron un momento de descanso y en cada acción daban nuevas demostraciones de valor, de pericia y de patriotismo.
SE ESCUCHA EL MOTOR DE UN AVION, EL GENERAL LE QUITA LA PISTOLA AL MINISTRO.
General: Estamos salvados, el Douglas.
Guerra: Tauramena pasará a la historia, nunca se me olvidará que estuvimos a punto de quedar sepultados en este pueblo muerto para siempre.
SIGUEN LA TRAYECTORIA DEL AVION AL ATERRIZAR, DE REPENTE SE ESCUCHA UNA EXPLOSION.
General: Usted no examinó sino dos terceras partes de la pista. Había una bomba; ahora seremos presa fácil de las guerrillas. Si vamos a morir usted será el primero señor Ministro.
EL GENERAL LE DISPARA AL MINISTRO DE Guerra, APUNTA AL MINISTRO DE GOBIERNO.
General: Con éste no hay necesidad, se le floreó el miembro cual si fuera metal ardiente.
Gobierno: Finalmente, cuando mi alma comparezca ante Vos y vea por primera vez el resplandor inmortal de vuestra Majestad, no lo rechaceís de vuestra presencia, dignaos recibirme en el seno amoroso de vuestra misericordia, para que eternamente cante vuestras alabanzas.
EL GENERAL CONTEMPLA LOS MINISTROS MUERTOS
General: Dömine exáudi, orationem meam. Ambos están muertos. Todo por la existencia de organizaciones en que los instintos primarios se han despertado con tan salvaje crueldad que en nada se diferencian de manadas de hienas y de lobos hambrientos. Ya hemos comprobado la reciedumbre de las Fuerzas Armadas en todos los aspectos. Las fuerzas del mal no prevalecerán contra ella.
SE LLEVA LA PISTOLA A LA SIEN, SE APAGAN LAS LUCES Y SE ESCUCHA UN DISPARO.
SE PRENDEN LAS LUCES, DIOS Y LA MODELO EN UNA ESQUINA, LA MODELO SENTADA EN LAS PIERNAS DIVINAS.
DIOS: Así mismo.
MODELO: ¿Padre e hijo al mismo tiempo?
DIOS: Exactamente.
MODELO: Todavía no entiendo, si la virgen y tú tuvieron un hijo, el hijo fue padre de sí mismo, por consiguiente la relación era incestuosa.
DIOS: Después te explico. Ahora tráeme la carta que nos envío el Ministro de Gobierno para darle pública lectura.
LA MODELO SE SACA LA CARTA ENTRE EL ESCOTE
MODELO: Y tú que todo lo sabes, ¿no sabías donde la tenías metida?
DIOS SE CALA UN PAR DE ANTEOJOS, LEE RAPIDAMENTE DIOS: Sección Gabinete, número 22, Bogotá 17 de julio de 1952.
Señor General Carlos Bejardes, Ciudad.
Porque estuve enfermo, (murmura, escasamente se oye lo que dice) .....................
hube de afrontar debates en las ...................legislativas
y por las complica......ministerio......, no había podido
..................para expresarle.................sentimiento cordial...
amigo y funcionario.............retiro temporal de servicio.........
honda gratitud..........................................(En voz clara) Conocí la importancia de sus servicios........................faenas todas desempeñadas en días por extremo azarosos y de las más tremendas complicaciones de todo orden, y me es singularmente grato declarar en las presentes líneas y en toda oportunidad que se me presente, la eficiencia de su labor, el desvelo patriótico conque usted nos sirvió y la honestidad y rectitud de sus procedimientos. Todas estas apreciaciones, sinceras y justas, determinan el sentimiento de su retiro del ejército en el que tiene usted puesto de señalada distinción. Respeto las determinaciones de usted y formulo votos porque su retiro sea realmente temporal, de un merecido descanso y aprovecho la ocasión para reiterarle las protestas de mi cordial amistad, con las cuales me suscribo de usted como servidor y compatriota.
SE APAGAN LAS LUCES PARA PRENDERSE EN LA MISMA ESCENA QUE TENIA LUGAR AL FINAL DE LA TERCER PARTE.
Guerra: 14 pulsaciones por minuto y baja
Gobierno: 16 pulsaciones por minuto
Guerra: 12 pulsaciones por minuto
Gobierno: 14 pulsaciones por minuto y baja
Guerra: El General ha estado murmurando incoherencias por casi una hora.
Gobierno: Deliraba con sus combates enfrentado la guerrilla del llano.
Guerra: Creí entenderle algo así como “bandoleros del futuro”
Gobierno: Ojalá no sea una premonición sobre el futuro de la Patria.
Guerra: Cero pulsaciones por minuto
Gobierno: Cero pulsaciones por minuto
Guerra: ¿Cómo lo vamos a juzgar si el General siempre se muere al final de la tercera parte?
ESCENARIO A OSCURAS, UNA LUZ ILUMINA GRADUALMENTE UN
ANCIANO BONACHON SENTADO EN UNA SILLA. SU VOZ SE ESCUCHA
DESDE LA PENUMBRA.
ES LA VOZ DE DIOS
DIOS: He recibido demasiadas inquietudes acerca del contenido del juicio final. La justicia humana y la Divina son similares. La única diferencia...........
FUERA LUCES, SE SIGUE ESCUCHANDO LA VOZ DE DIOS HASTA QUE SE CONVIERTE EN UN MURMULLO IMPERCEPTIBLE.
F I N