La conferencia sobre el cambio del clima COP27 terminó el mes pasado. Los líderes mundiales volaron en aviones privados a Egipto para comentar cómo los combustibles fósiles estaban calentando rápidamente el planeta hasta el punto de no retorno, ya que la humanidad estaba condenada si no se ponían en práctica políticas cruciales sobre el cambio del clima. Pero mientras los líderes alarmistas del clima se reunían en el desierto, las nevadas de noviembre en todo el hemisferio norte corrían a razones que superaban el promedio de medio siglo.

La NOAA y la Universidad de Rutgers publicaron nuevos datos que mostraban que la cubierta de nieve en todo el Hemisferio Norte alcanzó el nivel más alto desde que comenzaron las mediciones en 1967 y que actualmente está por encima de la media de 56 años.

Aquí está el mapa de cobertura de nieve del Laboratorio Global de Nieve de Rutgers en todo el hemisferio norte.

Leyenda: Cubierta de nieve Sin nieve

Y otra de la NOAA con mayor resolución.

“La gran extensión de la nieve al principio de la temporada es un indicador de la persistencia del frío a medida que nos adentramos en el invierno adecuadamente”, decía el blog meteorológico Severe Weather Europe.

La mayoría de los medios de comunicación dominantes pasaron por alto estos datos porque son una verdad incómoda para la narrativa del cambio del clima que están impulsando.

Un invierno severo para el Hemisferio Norte podría complicar las redes eléctricas de los países occidentales que se empeñan en interrumpir los flujos de energía sancionando a Rusia, forzando al mundo a la peor crisis energética en una generación. Dado que las instalaciones de almacenamiento de gas natural de EE.UU. y Europa han entrado en temporada de retirada, el reloj se pone en marcha ya que los niveles de almacenamiento podrían reducirse rápidamente si las temperaturas se mantienen por debajo del promedio, lo que seguiría elevando los precios de la energía.

Global Warming? Northern Hemisphere Snow Cover At 56-Year High