Colombianos en el final de la Segunda Guerra Mundial y en la derrota a Hitler

 

Ricardo Motta V

 

 

Hace 71 años, 70 colombianos participaron en el desembarco a Normandía, con el cual se dio fin a la II Guerra Mundial. Fueron voluntarios que se embarcaron en 1942 en Panamá, cuando el general Charles de Gaulle desde su exilio, en 1940, solicitó voluntarios para luchar contra la invasión de Hitler a Francia. Entre ellos se encontraron Agustín González Latorre, Gustavo Quintero de Cali, Pacho Fonseca, Azael Torrado, Gil Serrano, Leónidas Cuartas, Jairo Botero y los gemelos boyacenses Mario y Tito Escobar Motta. Todos estos colombianos llegaron a Camberly (Inglaterra).

 

Pasaron todo tipo de penurias, como lo relata Jairo Botero, en los combates en el desierto: “Una gota de agua en ese desierto equivalía a una moneda de oro. Para aprovecharla al máximo y evitar la deshidratación nos daban instrucciones muy similares a las que reciben hoy los soldados que salen para el Sinaí. No debíamos hablar demasiado, ni gritar mientras disparábamos. Teníamos que evitar consumir alimentos sólidos entre las diez de la mañana y las tres de la tarde, y en cambio tomar un sorbo de agua permanentemente. A pesar de que nos daban cigarrillos, nos recomendaban en lo posible no fumar; tratar de proteger al máximo la cabeza y la nuca y no caminar ni movernos más de lo necesario”.


La Historia de los gemelos Escobar Motta

En 1942 dos boyacenses, los gemelos Tito y Mario Escobar Motta, oriundos de Moniquirá, se embarcaron a Europa para luchar en las fuerzas del general Charles de Gaulle que pedía voluntarios de todo el mundo para combatir en nombre de Francia y la libertad. Entonces estos jóvenes de 18 años recordaron durante el viaje los avisos de prensa y las columnas de Calibán en El Tiempo, que hacían un llamado al heroísmo. Especialmente el texto de la Danza de las Horas publicado el 13 de enero de 1942 en algunos de sus apartes decía:

"Nuestros muchachos, en vez de deambular por todas las oficinas públicas en busca de un puesto fácil de desempeñar estarían soñando con alistarse en las filas de los defensores de la libertad y de la dignidad humana, para darles así a sus vidas un sentido más alto; una finalidad épica, cuyo reflejo le diera a la patria un poco de gloria".

Algunos ciudadanos colombianos así lo entendieron y a título personal, partieron a luchar en ultramar al lado de quienes defendían la causa de la libertad. Bogotanos como los hermanos Eduardo y Alberto Feta Pizano, santandereanos Ernesto y Rubén Ardila, Eduardo Meneses (de Bucaramanga) Rafael Torrado (de Cúcuta); y otros de Medellín, la Costa y los Escobar Motta de Boyacá.

El viaje con destino a Inglaterra

Esos voluntarios nunca habían oído hablar del tal General de Gaulle y escasamente sabían dónde quedaba Francia. Pero se presentaron a la embajada de Francia y partieron rumbo a Inglaterra. La travesía estuvo plagada de riesgos, según cuentan los gemelos Escobar, "durante este viaje, a los dos días de zarpar, nos dieron la orden de colocarnos los salvavidas y estar preparados. Al salir de la cubierta vimos que el Toronto, un barco que viajaba unas millas adelante del nuestro se hundía al ser alcanzado por los torpedos de los submarinos alemanes que patrullaban el Atlántico."

En Inglaterra iniciaron su entrenamiento militar, cuando cierto día- prestando guardia- llegó al campamento el propio general de Gaulle. Al detenerse frente a Tito Escobar, éste lo saludó extendiendo su brazo recto hacia el frente (como acostumbraban hacer los soldados alemanes). De Gaulle se sorprendió mucho y le preguntó de qué parte de Francia era y porqué lo saludaba así. Escobar explicó que era un voluntario colombiano y que esa era el saludo en el ejército de su país, al parecer al General le cayó en gracia, naciendo una amistad con el soldado boyacense.

A luchar contra Hitler

En marzo de 1942 El Tiempo publicó la siguiente noticia: " Queremos Luchar ya Contra Hitler dicen en Londres los Colombianos. Sólo nos hace falta un poco de más de sol y mujeres morenas, han declarado esos muchachos de Bogotá, Buga, Manizales, Cúcuta y Tunja. Diga usted a mis amigos de Bogotá, que estoy bien en Inglaterra y que me hallo contento de figurar en las filas de los luchadores de la democracia y la libertad- me dice estrechando, este bravo marino que viste ahora orgullosamente el uniforme de las fuerzas francesas."

El desembarco en Normandía- El día más largo del siglo-

Los hermanos Escobar Motta participaron en el desembarco de Normandía el 6 de junio de 1944. Durante las 24 horas que antecedieron a la operación, un verdadero diluvio de bombas cayó sobre las líneas alemanas. Invadiendo el cielo paracaídas aliados, para comenzar el día más largo del siglo. La batalla final contra el Tercer Reich.

En la tercera oleada de la marina Inglesa, desembarco Tito Escobar Motta, quien debió soportar una alucinante lluvia de fuego, acompañado de un ruido ensordecedor que todo lo cubría, jamás supo cómo pudo salir ileso de semejante infierno bélico. Escobar participó bajo el mando del general Montgomery, vencedor de los alemanes en la batalla del El Alamein en Norte de África.

Luego de la desmovilización el General Gaulle le otorgó a Tito Escobar la orden de la Legión Extranjera de Francia, por los servicios prestados. Posteriormente Tito se vinculó a la armada de guerra norteamericana en la que serviría transportando armas por los recorridos por el Mar Negro y Liberia y regresó a Colombia muchos años después, pasando sus últimos años en la población de Chinchiná ( Caldas) donde falleció a la edad de 78 años.

Un final trágico de Mario Escobar

Mario Escobar, su hermano gemelo, una vez terminada la segunda guerra mundial se vinculó a la marina mercante de EE.UU. Pero al salir de una reunión a la madrugada el 22 de enero de 1957 en Manhatan en la avenida Prospecta, un automóvil oficial guiado por el guardián Elvin Williams lo arrolló. Falleció al instante. Su cadáver nunca llegó al país, sólo quedaron los recuerdos de sus hazañas en el colapso mundial de los años cuarenta.