Olivia Cadaval: Una verdadera
embajadora de la cultura de América Latina
en Washington, D.C.
Mario Lamo Jiménez
Tal vez poca gente en Colombia había escuchado el nombre de la curadora del Festival de Tradiciones Populares que acaba de terminar en Washington, D.C. y que tuvo a Colombia como invitada de honor. El festival fue un éxito total, y una de las personas detrás del mismo fue la mexicana, Olivia Cadaval, folklorista del Instituto Smithsonian y directora del Programa de Investigación y Educación Cultural del mismo.
Olivia tiene un doctorado en Estudios Americanos y Folklor de la Universidad de George Washington, y ha sido la curadora de varios festivales del Smithsonian, donde la cultura Latinoamericana ha sido el foco de atención en el que es indudablemente el centro de preservación, investigación y difusión cultural más importante de los EE. UU. La labor de Olivia ha sido crucial no sólo para el éxito de los festivales, sino para llevar a los mismos las expresiones culturales más auténticas de América Latina.
Conocí a Olivia hace casi un cuarto de siglo, cuando ella era la directora de toda una institución Washingtoniana, "El Centro de Arte". Yo había sido parte del mismo en los años setentas, cuando los exilados chilenos y nicaragüenses llegaron en grandes ondas a Washington D.C., trayendo con ellos las expresiones culturales de sus países. Empezaron a florecer el teatro, el muralismo, la música, la fotografía, y el Centro de Arte se puso a la vanguardia de la creatividad artística en la misma capital de los EE. UU. Una década más tarde, Olivia sería la directora de este centro que significó tanto para el desarrollo cultural de los latinos en Washington, D.C. En los años 90s, Olivia completó su doctorado con una tesis novedosa acerca de la presencia latina en Washington D.C., lo cual la convirtió en la historiadora de facto de unos acontecimientos y personajes que de otra manera habrían quedado olvidados para siempre.
Una vez en el Smithsonian, Olivia introdujo una manera diferente de ver la cultura: no como el producto de artistas brillantes que trabajan individualmente y que venden obras en masa, sino como la labor de todo un pueblo que se inspira en su entorno y en sus comunidades para devolverles a los mismos una realidad transformada en música, artesanías, artes culinarias, rituales y esa misma memoria histórica que hace que los pueblos tengan raíces y que como los grandes árboles den flores de creatividad y frutos de vida.
Y, el trabajo de Olivia ha dado grandes frutos. Por ejemplo, en los años 80s bajo su auspicio, fue invitada una delegación de artistas cubanos para hacer sus demostraciones de música y baile en el festival. Con ellos venía un personaje que en Cuba había dejado de sonar hacía varios años, pero que con su encanto, su personalidad y su genio musical maravilló al público washingtoniano. Se trataba nada más ni nada menos que de Compay Segundo. Allí interpretó la canción que más adelante lo llevaría de nuevo a la fama, y esta vez a nivel mundial: "Chan Chan". Es indudable que el trabajo de Olvia inspiró a Ry Cooder para viajar a Cuba y reencontrar a todos estos músicos ya jubilados y producir así el mundialmente famoso documental "Buena Vista Social Club". ¿Podría soñarse una historia de renacimiento cultural más hermosa que la iniciada por Olivia en aquella época?
La participación colombiana en el Festival fue el producto de años de estudios e investigaciones, de los cuales Olivia estuvo al frente, junto con un gran equipo de colaboradores. Recostada en su hamaca llanera, bajo el sol washingtoniano, Olivia relata cómo recorrió el país de la selva hasta el llano y de las montañas hasta la costa. De su relato puedo darme cuenta cómo reconoció lo auténtico de la cultura nacional, he hizo un trabajo que estaba en mora de ser realizado: exponer en un solo sitio y simultáneamente la labor de 100 creadores de cultura que nos enseñaron la belleza, la creatividad y el alma de un pueblo que piensa, ama, cocina, hace arte, música, que baila y que se divierte y que tiene una gran diversidad étnica y cultural. En Resumen, el programa "La naturaleza de la cultura" ha partido en dos la historia cultural de Colombia. Nos corresponde ahora a nosotros los colombianos, recibir ese hermoso legado, disfrutarlo, aprender de él y enriquecerlo.
El fallecido coreógrafo, Jacinto Jaramillo solía decir: "Yo fui el descubridor de la belleza nacional". Si Jacinto fue el descubridor de la belleza nacional, Olivia Cadaval, con este programa, ha sido su curadora. Nos quitamos el sombrero ante su trabajo, que nos enriquece como pueblo y que nos ayuda a contemplar la belleza de nuestras raíces que ella ha ayudado a desentrañar de los más profundo del ser colombiano.
Finalmente, como bien anota Olivia, muchas personas más dieron su aporte para lograr que este programa se hiciera realidad, incluido el "grupo de investigación, los arquitectos y el equipo de construcción, la Ministra de Cultura, Mariana Garcés, lo mismo que Mincultura, Denisse Yanovich, el Embajador Silva y la Embajada de Colombia, y más que nada todos los participantes de éste y de todos los festivales que he hecho quienes me han abierto las puertas de sus casas y que me han enseñado tanto".
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