REVISTA BICENTENARIO
Hace cinco años, cuando se empezó La Hojarasca, lo hicimos con la esperanza de que se convirtiera en un medio alternativo de información en un mar de desinformación electrónica. Hoy, cinco años más tarde, ese sueño se ha hecho realidad. La Hojarasca es leída desde México hasta Argentina y nuestros colaboradores provienen de todo el continente. En cinco años hemos tenido más de ¾ de millón de lectores, un paso pequeño para un medio que subsiste sin propaganda y sin subvenciones de nadie, pero un salto gigantesco para todos aquellos que sabemos que otro mundo es posible y que la pluma es más fuerte que la espada.
A todos nuestros colaboradores y lectores les ofrecemos nuestros más sinceros agradecimientos, sin ustedes, La Hojarasca seguiría siendo un sueño irrealizable.
Ahora nos estamos embarcando en otra empresa: la Revista Bicentenario. Empieza con el mismo quijotismo con el que empezó La Hojarasca, pero con la esperanza de recoger una visión de la historia diferente a la que nos tienen acostumbrados los libros de texto y las versiones oficiales de los eventos que han marcado la vida de millones de hermanos colombianos y americanos.
En esta revista, iremos recogiendo mes a mes, como ya lo hemos venido haciendo, nuevo material que aporte luces sobre aquella gesta emancipadora, que empezó como el sueño de unos pocos y terminó siendo una victoria épica contra un imperio dispuesto a sacarnos hasta la última gota sangre y el último puñado de oro para mantener una realeza obsoleta y parasitaria que se nutría de la riqueza americana.
Sin embargo, esta magna gesta quedó a medio camino. Hoy, casi 200 años más tarde la casta dirigente ha reemplazado a la realeza y está usufructuando la riqueza común y regalando nuestros recursos, como hace 200 años, a potencias extranjeras.
Los virreyes han sido reemplazados por presidentes y los barcos que antes cargaban oro y plata de nuestras tierras, ahora cargan petróleo o carbón, mientras el país sigue tan miserable como en épocas de la colonia.
Es nuestro deber sagrado traer la historia al presente para aprender de ella y resucitar a nuestros héroes para demostrarles que sus vidas no fueron ofrendadas en vano. En esta revista encontrarán, por ejemplo, la defensa que el abogado Antonio Ricaurte y Rigueiros hiciera de Nariño, cuando fue acusado por los españoles de traducir del francés los Derechos del Hombre. Ricaurte y Rigueiros fue encarcelado, torturado y murió anónimamente en una mazmorra en Cartagena. No encontrarán ese documento de la defensa de Nariño en ninguna otra parte, en la historia oficial ha dejado de existir. Los españoles lo declararon subversivo, como declaran subversivo los gobiernos actuales a quien se oponga a la venta, entrega y regalo de nuestras riquezas, para que unos pocos lleven vidas opulentas y la gran mayoría apenas subsista en medio de la pobreza.
Bienvenidos a la Revista Bicentenario, una revista con conciencia histórica y la historia de aquéllos que sí tuvieron conciencia porque sus principios fueron superiores a sus intereses personales y dedicaron sus vidas, cayendo muchos en esta empresa, para terminar la servidumbre ante un imperio sanguinario y corrupto.
A la revista
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