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TEATRO

          

                   ANDAR NAS NUVENS:

          RESEÑA DE UN SUEÑO TEATRAL

    DEL QUE NO QUISIÉRAMOS DESPERTAR...

                      

Mario Lamo Jiménez

Cuando José Rui Martins me dijo que quería poner en escena mi cuento “Un viaje fantástico al país de las nubes”, no sólo me pareció fantástico, sino también imposible. Sin embargo acepté su propuesta sin dudarlo un instante.

Yo había escrito un cuento con la intención de que la magia de las palabras creara mundos fantásticos, pero nunca sospeché que esos mundos cobrarían vida. Por eso tampoco dudé un instante cuando me invitaron a Portugal a ver la puesta en escena. Me habían mandado el guión, la letra y la música de la obra y hasta fotos de la misma, pero a pesar de eso no estaba preparado para la fantasía que me esperaba.

La versión teatral del cuento, producida por Trigo Limpo ACERT y dirigida por José Rui Martins, no sólo traía a la vida un mundo de imaginación, sino que a través de sesenta minutos intensos de música, baile y poesía, nos transportaba a ese lugar donde los sueños se vuelven realidad y la realidad se vuelve un sueño. Andar en las nubes, hace honor a su título, pues pone a los espectadores a andar en nubes de fantasía con la magia del teatro. Pero no se trata de una magia cualquiera. Sacar elefantes de sombreros o convertir gatos en leones es una magia simple comparada con la magia de sombras, luces y efectos especiales que hacen de Andar en las nubes una obra única y encantadora. Cuatro actores, dos marionetas, proyecciones por computadora y una banda musical que lleva el ritmo de la obra de principio a fin, cuentan una historia de un viaje de dos niños al fabuloso “País de las nubes”, donde como todos sabemos, se fabrican las nubes del cielo.

La obra empieza con una lluvia de cosas que normalmente no llueven del cielo, plumas rosadas y rosas emplumadas, objetos maravillosos que bailan con la música y que dan pie a que el abuelo de los niños les cuente de su viaje a Quedomuylejos, mítico país de donde vienen las nubes de lluvias encantadas. El abuelo está sentado en el tronco del árbol de los recuerdos y desde allí transporta a los niños en su viaje onírico.

Desde el mismo instante en que se apagan las luces del teatro y se prenden las luces de la imagianción, los pequeños espectadores comienzan a aplaudir al ritmo de la música. La primera vez que vi la obra en Oliveira de Frades a pocas horas de haber llegado a Portugal, supe de inmediato que lo imposible se había vuelto realidad. La obra no sólo era un musical lleno de ritmos y sabores musicales diferentes, sino que poco a poco iba tejiendo ese extraño material con el que se fabrican los sueños. Actores, y marionetas de tamaño real, se movían como si el actor y la marioneta fueran uno solo y cada paso que daban era un baile por el que desfilaron cocodrilos enamorados de la luna, mariposas encantadas que bebían lágrimas de cocodrilo para saciar su sed de amor, ciudades congeladas donde el sol no llegaba nunca y la amistad era para siempre, y finalmente el fabuloso País de las Nubes, donde entre nubes de algodón el abuelo acababa de tejer un sueño con nubes parranderas y cosquillosas.

La pregunta es, ¿cómo se transfirió el texto escrito hasta convertirse en un espectáculo visual y multisensorial, donde lo imposible cobró vida para narrar una historia fantástica e inspiradora?

Es aquí donde se ven los 30 y pico de años de experiencia teatral de José Rui Martins unida a la de un gran grupo de colaboradores en la parte técnica, artística y musical. Zé Rui tradujo el cuento del español al portugués y del portugués al teatro, pero al traducirlo, lo impregnó de su propia magia y poesía, aunado esto las técnicas de video, animación, sombras y juegos de luces. Y aunque quisiera resumir la obra en una frase simple, lo único simple de la obra es que lo complejo parece simple y lo imposible, posible y que si volviera a contar la historia a partir de la obra, me tocaría escribir otro cuento: el de una obra de teatro donde los adultos se vuelven niños y donde los niños pueden seguir soñando de manera inesperada, pues cada escena de la obra es como un sueño despiertos, pero con un ingrediente más: es un sueño que una vez soñado es imposible de olvidar.