Mario Lamo Jiménez
Cuando José Rui Martins, director del grupo de teatro portugués Trigo Limpo, y ACERT (Asociación Cultural y Recreativa de Tondela), me invitaron a Portugal para ver la puesta en escena de la obra “Andar nas Nuvens” (Andar en las nubes), basada en mi cuento infantil “Un viaje al país de las nubes”, no lo dudé ni un instante. No todos los días tiene un autor la oportunidad de ver una de sus creaciones convertida en realidad…teatral.
El espectáculo sobrepasó cualquier expectativa que pudiera tener sobre la obra. Se trataba de un montaje mágico que integraba música, baile, marionetas, actores, efectos de luces y de sonido y animación por computadora. Ante un auditorio colmado de niños, pude ver la obra por primera vez el 19 de octubre en la ciudad de Oliveira de Frades. Las luces bajaron y el escenario se oscureció por completo. Los niños de repente callaron. Empezó la música de ritmo contagioso y los actores vestidos de negro hicieron bailar luces por el escenario, mientras que el hechizo del teatro se apoderaba en un segundo de los pequeños espectadores que empezaron a aplaudir al ritmo de la música.
Durante 45 minutos intensos de poesía, actuación y fantasía, José Rui había logrado no sólo recrear un cuento infantil que había sido escrito con la intención de desbordar los límites de la imaginación, sino ir más allá del mismo para crear con su magia teatral un espectáculo de sueño. La obra narra el viaje de dos niños al país de las nubes y comienza con una lluvia fantástica donde objetos inesperados llueven del cielo. La solución teatral fue usar un sistema de pantallas para crear un efecto 3D y proyectar en ellas una lluvia animada de objetos de mil colores. El resultado fue una mezcla de cine y teatro que se utilizó eficazmente durante toda la obra. La lluvia motiva a los niños a preguntarle a su abuelo cómo llegar al país de donde vienen las nubes del cielo con su lluvia de cosas fabulosas. El abuelo les cuenta de un país llamado “Quedomuylejos”, donde las piedras son de sal y los pájaros en vez de cantar cuentan sus vidas. Los niños parten en busca del mítico país y en su camino encuentran una ciudad de hielo, donde las ideas se congelan y la amistad es para siempre; un cocodrilo enamorado de la luna; un eclipse de luna causado por las lágrimas del cocodrilo; una ciudad submarina habitada por delfines de río donde un pez semáforo dirige el tráfico acuático…y mil sueños más. Todo este viaje fantástico unido a los efectos especiales de animación y al fabuloso grupo de actores, dos de los cuales manipulaban las marionetas de los niños durante toda la obra, dio como resultado que los pequeños espectadores contuvieran el aliento por casi una hora a la espera de las cosas extraordinarias que sucedían en aquel viaje de la imaginación.
También tuve la oportunidad de ver el proyecto cultural que la organización ACERT ha creado en Tondela. A pesar de que Tondela es una ciudad muy pequeña a tres horas de Lisboa, su centro cultural podría ser envidiado por cualquier gran ciudad del mundo. Allí producen obras de teatro, libros, CDs musicales, realizan conciertos internacionales de música y de video, y en sus instalaciones cuentan con modernos equipos para producir sus propios proyectos de multimedia. Tienen tres salas para espectáculos, una de las cuales comparte el mismo escenario para presentaciones bajo techo y al aire libre, además de una librería y un café.
José Rui me cuenta que éste ha sido un esfuerzo de 31 años y que el grupo empezó en un pequeño cuarto y que fue creciendo con el tiempo, hasta llegar al moderno edificio que hoy los alberga y que es la base de múltiples proyectos culturales. Sin embargo, lo que más me impresionó, además de este hermoso proyecto cultural, fue la calidad humana e intelectual de todos los miembros de ACERT, del cual forma parte el Teatro Trigo Limpo. Trigo Limpo ha puesto en escena obras de autores latinoamericanos y africanos y creado verdaderos lazos de solidaridad, de pueblo a pueblo, de corazón a corazón y difundido entre los niños, la juventud y los adultos un hecho cultural de producción local, pero de visión mundial.
Para quienes se pregunten cómo surgió esta conexión con Portugal, la respuesta es que todo se debió a José Rui Martins, un “pescador de textos”, como el mismo se define, quien con las redes de su infinita capacidad lectora encontró en Internet una botella lanzada al mar hacía años con un mensaje de fantasía y a medida que leía el relato proveniente de un país lejano, en su mente surgían escenas y personajes que se convirtieron finalmente en la obra de teatro. José Rui, en su larga vida teatral, ha montado también obras de autores africanos y hasta un cuento de García Márquez. Él elabora los guiones y los detalles de la puesta en escena y para “Andar nas Nuvens”, no sólo creo los poemas de las canciones sino que también participó en la grabación de las mismas, con su melodiosa voz. El idioma no fue obstáculo, pues él habla perfectamente el español y la adaptación al portugués además de mantener los juegos de palabras e imágenes y la poesía del cuento, los expandió para hipnotizar al público, tanto de niños como de adultos.
Aunque hace unos meses para mí Portugal tan sólo era un punto más en el mapa terrestre, ahora es un punto muy importante en la geografía de mi corazón, pues un pedazo del mismo rondará para siempre por sus calles, plazas y escenarios. Y curiosamente, al llegar a Portugal, lo primero que noté fue que era una mezcla de la verdura de la sabana de Bogotá con el cálido clima californiano, ¡no me podía sentir más en casa! Para completar, la cerámica típica de Tondela es un hermoso tipo de cerámica negra, similar a la que se produce en La Chamba Tolima, y el plato típico regional es el cabrito asado, como en Santander.
“Andar nas Nuvens” sigue de gira por Portugal y la tercera semana de noviembre se estará presentando en Lisboa. |