Sean Penn
[Trouthout. Traducción de Enrique Santos Molano]
La siguiente es la declaración hecha por el actor Sean Penn el 2 de octubre de 2006 en el Great Hall of Cooper Union, de Nueva York. Fue leída por Mark Ruffalo (coestrella de Penn en la película Todos los hombres del rey -All the Kings Men) en una reunión de emergencia de “El mundo no puede esperar. Expulsemos el régimen de Bush”, en respuesta a la aprobación de la Ley de Torturas (Torture Bill) y como aporte a las protestas que se efectuaron el jueves 5 de octubre en 190 ciudades de los Estados Unidos.
Los arrogantes, los equivocados y los cobardes arguyen que una salida inmediata de nuestras tropas de Irak podría generar desconfianza y pérdida de credibilidad para los Estados Unidos. El presidente Bush y sus funcionarios han causado sin embargo una enorme pérdida de credibilidad en la percepción internacional sobre nuestro país. Y peor que eso, ellos han producido la más grande división doméstica en lo cultural, lo religioso y lo político desde nuestra guerra civil.
Nosotros el pueblo de los Estados Unidos tenemos una oportunidad única. Podemos mostrarle al mundo, y a cada uno de nosotros, que lo que la administración Bush aclama como su misión, no es la nuestra. Y, conduciendo nuestro país como ciudadanos y demandando de nuestro gobierno la terminación inmediata de nuestra intervención militar, y aprovechando las inversiones en Irak, desplegar por el mundo entero esa democracia como un gobierno del pueblo. Ningún mensaje más poderoso podemos enviar al mundo que el de que nosotros mismos podemos elegir en política, en paz, y en ayuda humanitaria.
En el fascismo, uno le sirve al Estado. Debemos mostrarle al mundo que con democracia podemos hacer del Estado nuestro servidor, de cada uno de nosotros, y no exclusivamente de los poderosos. Pero muy pronto tenemos que extender el dominio de los libres a todas partes. Esta es una administración que aboga por la tortura, engaña al público, gasta millardos de dólares en una guerra fracasada. Esta es una administración en la cual, durante el año del Katrina, la Exxon Mobil exhibió los más altos márgenes de ganancia en la historia de los negocios. Esta es una administración que menosprecia, degrada, traiciona, e inclusive asesina a nuestros hermanos, a nuestras hermanas, a nuestros hijos y a nuestras hijas.
En la frontera de Estados Unidos con México se nos ha creado el pánico por la entrada ilegal de inmigrantes, sin que nos fijemos ni medianamente en nuestra propia hilera mayor, cada sábado en la mañana, de paralíticos, caminantes, y una suma de dolientes que hacen cola en el desierto ardiente para entrar a México cuando no encuentran [en Estados Unidos] medicamentos de precio accesible. En la familia humana este presidente está por cierto empujando, con una sonrisa en los labios, la silla de ruedas de la abuela escaleras abajo. Todos sabemos que estas son verdades. Todos. Algunos están avergonzados porque le dieron su apoyo en el pasado, por su pasividad en el presente, por haber dejado que el valor de sus mentes y de sus corazones se durmiera sobre sus laureles. Que cosa más excitante voltear esa torta y como una América unida mostrar al mundo quién lleva los pantalones en esta casa.
Fuera de Irak. Y fuera con Bush.
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