Comenzamos hace dos años la elaboración de este periódico --¿por qué llamarlo virtual si es tan real como cualquiera, impreso o no?—como quien entra a un territorio que le es por completo desconocido. Al cabo descubrimos que la única diferencia entre el periodismo en línea y el periodismo tradicional, es la de que aquel contempla un número infinito de lectores, y puede llegar al mundo entero, mientras que este se mueve en límites muy estrechos.
La diferencia es única y total. Hacer un periódico en línea requiere otros patrones de divulgación, pensar en términos globales, y al mismo tiempo, en la necesidad de aunar a los virtuales lectores de cada región del planeta que pueden acceder sin ninguna dificultad a cualquiera de los medios que circulan por el espacio cibernético.
Cambia también el sentido de la competencia que deriva en colaboración, en fraternidad absoluta de internautas que se han lanzado a la aventura de conquistar una nueva forma de comunicación y de conocimiento, la más grande y revolucionaria que se haya producido en la historia de la humanidad.
LA HOJARASCA nació de una reunión de escritores y de periodistas colombianos que se animaron a formar una alianza destinada a defender la libertad de expresión –hoy tan amenazada por fuertes corrientes totalitarias herederas del espíritu nazi que sobrevivió a la derrota de la Segunda Guerra—y combatir la doctrina neoliberal que defiende los intereses de una oligarquía multinacional en contra de los derechos de la gran mayoría de los habitantes de este planeta.
Nos han favorecido, desde nuestro primer número, eminentes colaboradores –periodistas, novelistas, poetas, ensayistas, artistas—que le han dado a LA HOJARASCA una gran calidad intelectual y queremos expresarles por ello nuestra enorme gratitud. Buscamos desde el comienzo sostener una frecuencia semanal, pero sin las condiciones físicas para alimentar un ritmo semejante, optamos por renovar mensualmente nuestro contenido. Aspiramos a que en breve podremos establecer una periodicidad quincenal, con variantes diarias de noticias y comentarios de actualidad, pues el número creciente de nuestros lectores o visitantes nos indica que ha llegado el momento de dar ese salto y de duplicar nuestros esfuerzos.
Sabemos que estamos en el principio de un viaje al infinito de la nueva inteligencia nacida de la revolución informática y no ignoramos que dentro de ese firmamento novísimo y ya constelado por millones de estrellas, somos una muy pequeña, aunque con brillo propio.
No sobra decir que el nombre de LA HOJARASCA se escogió como un tributo de admiración al gran escritor colombiano, cuya primera novela lleva ese título.
|