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Número 20, Julio 15 de 2014

 

 

 

La fiesta de la Virgen del Carmen

 

 

Foto de Adriana Devia

 

Fernando Cordovez

 

La fiesta de la Virgen del Carmen, que se celebra cada año el 16 de julio, es considerada por muchos católicos colombianos como una de sus celebraciones más importantes. Con la llegada de las religiosas Carmelias a Villa de Leyva en 1645 la fiesta de la Virgen se tomo sus calles. Cuenta la historia que entre los años 1836-1837, el cuadro de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá traido de Quito que data del siglo XVII que se encuentra en el Monasterio del Carmen de Villa de Leyva, fue objeto de una restauración milagrosa adjudicada a la Virgen del Carmen y a sus religiosas carmelitas.

 

La Virgen del Carmen es considerada la patrona de todas aquella personas que por su actividad laboral corren peligro de muerte como los transportadores, marinos, militares entre otros. Los domingos, ver a sacerdotes Carmelitas impartiendo bendiciones y protección para vehículos y conductores a nombre de la Virgen del Carmen, es una escena recurrente.

 

Las celebraciones del día de la Virgen del Carmen en Villa de Leyva son precedidas por rosarios al amanecer con rezos, música y pólvora por parte de los feligreses. Fue el carmelita español Veremundo Arteta quien institucionalizo las fistas de Carmen en Villa de Leyva y por esta razón en agradecimiento los 14 de julio a media noche los villaleyvanos en vida del sacerdote y aun en nuestros días luego de su fallecimiento, ofrecen una serenata al padre Arteta en la ventana que corresponde a la que fue su habitación.

 

Hoy en día la celebración recorre la calles villaleyvanas durante la semana que precede al 16 de julio, con murmullos de rosarios, música de la banda del Carmelo y pólvora al amanecer, todo esto enmarcado en la magnificente Plaza Mayor, cubierta con carpas que albergan artesanías, imágenes de la Virgen en diferentes presentaciones, alfandoques, sombreros, bocadillos y cuanto dulce se cocine, parque de atracciones para los niños, juegos y apuestas están al orden del día, por supuesto no faltan las carpas de cerveza y los puestos de gallina campesina que son el deleite de los amantes de este ave cocida, evitando el viaje al vecino municipio de Sáchica famoso por sus piqueteaderos de gallina.

 


 

En medio de las demandas de la modernidad se organizan muestras de la cultura campesina, ya que esta es la fiesta por excelencia del campesino de la región.

 

Hay conciertos de carranga, variedad de música colombiana y hasta mariachis, la celebración llega a su fin acompañada de fuegos artificiales. Valga decir que para una gran mayoría de la comunidad campesina esta es la única ocasión para disfrutar de esta hermosa Plaza Mayor.