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Número 20, Julio 15 de 2014

 

 

 

Cuento ganador del concurso "Imágenes de Boyacá",

 

patrocinado por la Biblioteca La Hoja

 

 

La biblioteca "La Hoja" organizó un concurso literario basado en las esculturas del artista Pedro Loukota. Cada participante debía recrear en menos de 200 palabras la historia de un personaje de una de las esculturas.

 

Se recibieron 25 participaciones y en un acto solemne y emotivo realizado en la tertulia de los martes del Museo Nariño, el público y un jurado integrado por Pilar Sanclemente, Alvaro Mora, y Martín Franco, después de leer todas las historias escogió la obra ganadora titulada: "Historias trenzadas" de Rodrigo Pérez Escayola.

 

El escultor Loukota donó una escultura para el primer puesto llamada "Hombre esperando".

 

 

Historias trenzadas

 

 

 

 

A Pedro le encantaban las trenzas de Antonia, decía que si la virgencita linda hubiera tenido trenzas, serían así como las de ella; negras, brillantes, gruesas y oliendo a fresias. Para Antonia bastó que antes de despedirse para ir a combatir en la guerra de los mil días, Pedro le dijera al oído mientras la abrazaba con fuerza – sumercé linda regáleme ese par de trenzas pa recordarla siempre - ella sin dudarlo, tomó las tijeras de esquilar y se las corto, las envolvió con mucho cuidado en su pañuelito y se las entrego.

 

Cuando el olor a pólvora y muerte lo inundaban todo, Pedro desenvolvía el pañuelo y ponía entre sus manos las negras y brillantes trenzas,  aspiraba hondo el olor a fresias y sentía como la belleza y la esperanza en la vida renacían.

Antonia prometió dejarse crecer las trenzas hasta que Pedro volviera, mientras tanto los colibríes y las mariposas eran atraídos por el dulce olor de sus trenzas y la acompañaban revoloteando a su alrededor.

 

Cuando se hicieron muy largas, tejió un canasto que colgaba de su espalda, donde quedaban cuidadosamente guardadas.

 

Pasaron los mil días de la guerra y el tiempo dejó de existir, los minutos, las horas, los días, no fueron más una medida, ahora solo existe un lento pasar que sucede trenzado en negro, brillante y con olor a fresias.

 

 

 

 

 

 

 

Hombre esperando