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Número 18, Mayo 15 de 2014

 

 

De paz, mares y votos...

 

 

Toda una vida de Guerra y Paz

 

 

 

 

Fernando Cordovez

 

Ya casi llega el día en que vamos a recuperar la paz, en estas elecciones todos estamos hablando de paz, la paz por aquí, la paz por allá, pero…..que por acá no, que sí que no que el balón es mío y usted no puede jugar y si sigue insistiendo le doy en la Jeta mamamalnacido, siga así para ver qué le pasa.

 

Pero, hablando de peros (todos tienen su perito) hay que dar crédito a nuestros candidatos, a todas ellas y ellos por igual. No solo por la valentía de enfrentar y desear parar esta guerra de lustros o darle la pelea a la guerra como dijo un cándido candidato, guerra que carga todo el suelo colombiano, abuelos, abuelas, madres, padres, hijos, hijas, demás parentela y amigos que los colombianos acumulamos a lo largo de nuestras arriesgadas vidas, con nuestra festiva y amigable personalidad de fama mundial.

 

Ya sea tirando para un lado o para el otro, sean armas de un lado o de otro o de este o del otro lado, ya sean del Continente Americano o de Euro Asia. Y ahora Rusia calentándole Los Callos (incluidos los de Roncador y Quitasueño) a nuestros vecinos del Norte con la construcción de un canal interoceánico atravesando Nicaragua, un geoproyecto uniendo manos y esfuerzos con la Republica Popular China en su afán de un amanecer con un nuevo imperio, con la complicidad de reductos seuodocomunistas nicas capitalizando de un pasado de sangre, hoy en día tan bien representados por el otrora famoso presidente Ortega, un infame imperialista que nos desplazó el escudo y la bandera colombiana de algunas latitudes en el océano Atlántico… En verdad es que en aras de nuestro proceso de paz y de todo lo que sufrieron nuestros hermanos nicas, nuestros gobernantes para salir de la empantanada en que andan y poder disfrutar el sol, al mejor estilo del dignatario Pepe Mujica, en un acto de magnanimidad deberían donar esas volátiles aguas a Green Peace y de una vez por todas dejar a esos pescaditos en paz, ya que nadie ha preguntado por ellos.

 

Así nuestra bandera y escudo terminarían con ese desplazamiento forzoso a que han sido sometidos por las altas Cortes internacionales y nacionales. Mao y Khrushchev juntos. ¡¡Dios Santo!!!

 

Patria querida como que todas las cortes sin excepción están diseñadas para hacerle daño, ya no contentas con arrebatarte tierras a nombre de unos innombrables quienes hacen daño y a todo lo que se mueva o hable de más, en esta tierra heredada para heredar.

 

Lo que da la sensación de que la paz es cercana, no es únicamente las gestiones en la Habana ni más faltaba; es el escuchar a las candidatas y candidatos, hablar de que ahora si es posible acabar con la corrupción (toda ella relacionada con narcotráfico y poder sobre la tenencia de la tierra y todo lo que ello implica), desaparecerá la desigualdad, igualdad y diversidad de género brillara en nuestros campos, calles, casas, parques y centros comerciales, nuestro medio ambiente reverdecerá, minería responsable al orden de las comunidades ancestrales, en fin todos en sintonía con lo que es Justo y Necesario, sus palabras son más efectivas que un padre nuestro. La verdad que todos tan similares en contenido mas no de forma, la forma es para cautivar y hacer la diferencia, (aunque igualitos de feos todos, decía mi mamá el pasado domingo. ¡¡¡Qué pecado!!)

 

Yo no sé por quién votar, pero que voto, voto. ¿Cómo no voy a ejercer mi derecho democrático del sufragio? Sobre todo cuando la buscada paz está en la mesa de juego donde las propuestas no pueden ser desplazadas por el chisme a la puerta de un juzgado penal. Qué rico que el fiscal actué pronto para así parar la incertidumbre y nos quede menos difícil esta tan importante cita con la historia. Necesitamos ese As aunque sea debajo de la manga. Todo es posible. La paz es posible con buenas cartas aunque sean de navegación. Que se calme la vaina sino quedamos los americanos “Like a Rolling Stone”.