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Número 2, Mayo 15 de 2013
Gestión por el agua y el control de los incendios
Pedro Cortés Lombana, sociólogo Ph.D.
El pasado 4 de Mayo se llevó a cabo en El Duruelo una reunión convocada por la Fundación Ecohumana a la que asistieron 8 delegados de Cataluña (España); los alcaldes de Arcabuco, Villa de Leyva, Gachantivá y Sáchica; el nuevo Director de Corpoboyacá, el director de Consejo Departamental de Gestión del riesgo de Boyacá; y representantes de la sociedad civil.
El motivo de la reunión fue la presentación por parte de Ecohumana del “Plan Regional de Adaptación basada en Ecosistemas del Macizo de Iguaque”, que se constituye en una estrategia para la adaptación al Cambio Climático. Dicho plan está orientado a las dos necesidades más importantes que tiene la subprovincia Alto Ricaurte: la protección de las fuentes de agua y el control de los incendios. Estos objetivos son fundamentales ya que la vida y el desarrollo de esta región dependen del agua, siendo los incendios forestales su mayor amenaza. Si las autoridades y las comunidades no entienden que estas son las mayores prioridades y no se comprometen a trabajar por esos objetivos, muy pronto estaremos sufriendo consecuencias nefastas, que ya se han empezado a anunciar. En cuanto a los incendios, sus impactos representan pérdida de suelos, emigración de especies (70 % de aves en el incendio de hace dos años), pérdida de la regulación hídrica, riesgo de desastres naturales, repoblamiento por especies invasoras susceptibles de más incendios, entre otros.
El resultado que se esperaba de esta reunión era el compromiso de la Gobernación de Boyaca, Corpoboyacá y los alcaldes del Alto Ricaurte en la cofinanciación de 3 proyectos que son básicos para la implementación de la Estrategia: 1. Gestión del Riesgo de incendios forestales; 2. Implementación de un Sistema de Alerta hidrológica para la prevención de incendios forestales, remociones en masa e inundaciones en la Cuenca Cane Iguaque; 3. Restauración Ecológica, en suelos degradados por incendios y otros disturbios. Los 2 primeros tienen recursos viabilizados en porcentaje importante; además todos cuentan con apoyo científico por parte de varias universidades nacionales y extranjeras y con asistencia técnica de Cataluña.
Si bien, a pesar de la insistencia del alcalde Igua, no se logró que los otros alcaldes se comprometieran con cifras concretas, sí empeñaron su palabra en que determinarán su aporte cuando Ecohumana les precise las acciones a realizarse en sus territorios y sus costos. Es de anotar la ausencia de los alcaldes de Ráquira, Tinjacá, Santa Sofía y Sutamarchán que son municipios que afrontan graves problemas de agua, procesos de minería y proyectos urbanísticos de altos impactos, igualmente se destacó la ausencia del Alcalde de Chiquiza, que es uno de los municipios más beneficiados con la implementación de estas iniciativas.
Teniendo en cuenta las nuevas leyes de regalías y de ordenamiento territorial, los alcaldes del Alto Ricaurte deberían cerrar filas en torno a esta iniciativa de la sociedad civil que ha venido articulando y liderando la Fundación Ecohumana, con apoyo de académicos, organismos de cooperación nacional e internacional y ahora de las mismas Entidades Gubernamentales.
Varios proyectos regionales deberían ser presentados a diversas fuentes de financiación que se mencionaron en la reunión: la Unión Europea, el Fondo de Regalías, el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Territorial, el fondo del 1 % de la telefonía celular, etc. En la reunión se informó que algunas de estas fuentes devolvieron cuantiosos recursos por falta de proyectos. Más que la falta de recursos económicos, el problema es el fraccionamiento político administrativo de la región y la falta de liderazgo del nivel departamental para impulsar procesos regionales en esta sub-provincia.
También en la reunión se planteó por parte de la sociedad civil, que - a diferencia de la mayoría de las regiones colombianas donde las gentes abandonan el campo o son forzadas a dejar sus tierras por el conflicto armado- el Alto Ricaurte constituye un polo de atracción para turistas y muchas familias que se vienen a vivir temporal o definitivamente. La “urbanización del campo” como lo dijo el director de Corpoboyacá, es altamente preocupante por la escasez de agua y los problemas ambientales que ello implica, especialmente la disposición de aguas negras. Villa de Leyva está llegando rápidamente al límite de su capacidad de carga. Y este fenómeno tiende a extenderse hacia varios de los municipios vecinos. Dado este panorama, es absurdo que se estén proyectando grandes conjuntos residenciales con piscinas y edificios de centenares de apartamentos, que además sus diseños rompen con la identidad arquitectónica de la región. Más inaceptable si se tiene en cuenta que en este momento se está trabajando para que el paisaje y el patrimonio cultural de la región sean declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde luego que esos enclaves urbanísticos importados son lo menos conveniente para lograr la Declaratoria.
El nuevo director de Corpoboyacá, Dr. Ricardo López, planteó que el nuevo plan de acción de la Corporación está orientado a fortalecer la vocación de cada territorio (agropecuaria, turística, minera, etc.) evitando cambiarla y respetando el ordenamiento territorial. Está consciente de que la minería constituye una amenaza para muchos territorios y afirma que garantizará como áreas protegidas en un 100 % todos los páramos; que protegerá toda la cuenca del lago de tota, para lo cual está realizando un proyecto con el instituto von Humboldt. Si bien Corpoboyacá tiene un largo historial de fallas, incumplimientos y pésima imagen ante las comunidades, hay que darle al nuevo director el tiempo para que demuestre que sí realizará el cambio institucional que todos esperamos.
La presencia del gobierno catalán y de varias entidades que acompañaron la Delegación de ese país, y el compromiso de varias universidades nacionales y extranjeras con el desarrollo del proyecto, además de la convocatoria a las autoridades departamentales y locales, evidencia la capacidad de gestión de la Fundación Ecohumana y la esperanza de que la región por fin cuente con un liderazgo en pro de las dos necesidades primordiales de la región: el agua y el control de los incendios forestales.