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Número 2, Mayo 15 de 2013

 

 

 

La música viajera de Catalina y Norawe

 

 

Villa Viva Vive

La Plaza Mayor de Villa de Leyva es un punto de encuentro. Tal vez desde antes de que fuera plaza… tal vez desde antes de que esto fuera Villa de Leyva. Punto de encuentro de productos,  punto de trueque, punto de contemplación, punto de música y baile. Y, a veces las melodías regresan, cantarinas como las lluvias, cadenciosas como el agua de una quebrada.

 

Él, de Nariño; ella, boyacense. Su música y su baile llenan de repente la plaza. La vista confundida reporta de repente que no son dos sino que son tres. A la espalda de Norawe lleva el ritmo de la música en su sueño un bebecito, Jiuira. Mientras sus padres cantan y bailan, el pequeño canta y baila en su sueño, la música le circula ya por las venas.

 

Así nos contó Norawe de su música, la música de los ancestros…

 

“La música que cantamos y que tocamos es la música Andina, música de la montaña, música con pensamiento ancestral, música de los abuelos, música que nos trae cómo vivir acorde con la naturaleza. La música que hacemos es música de diferentes países y de amigos que han compuesto música o que hemos compuesto nosotros de nuestra experiencia en la montaña, de nuestra experiencia con los hijos, en la comunidad. Eso es lo que estamos compartiendo aquí en Villa de Leyva porque es un lugar donde la gente aprecia lo que es la música Andina, y el turista viene encantado de esta magia tan hermosa que tiene Villa de Leyva y le encanta ver los grupos de música Andina.”

 

Los instrumentos

 

“El charango es un instrumento latinoamericano que imita el aleteo del colibrí porque tiene ese sonido rápido de las alas en movimeinto. Hay otros artistas en el Putumayo, chamanes que ha ido en canoas con charango, y el colibrí se les aparece y les ha dado canciones. Entonces hay una asociación muy bonita y ancestral con eso, no es nada inventado por mí. Hay muchos mitos en Perú y en Bolivia sobre el colibrí y el charango.  El bombo imita el sonido de la tierra y del corazón, la zampoña y la quena imitan el sonido del viento o de los pájaros… todo esto forma un conjunto muy natural…”

 

Los dejamos ahora con todas estas armonías de viento y de colibrí, la música antigua latinoamericana, nacida de la madre tierra, aires por los que la naturaleza nos canta que somos parte de ella, para que sigamos componiendo y disfrutando con todos sus sonidos y sentidos…