BIENVENIDOS A VILLAVIVAVive

                                  

 

Número 11, Noviembre 15 de 2013

 

 

Ya sabemos a qué juega “Andrés Carne de Res”

 

 

Para Andrés, la mujer es como una res

 


 

 

 

“Estudiemos qué pasa con una niña de 20 años que llega con sus amigas, que es dejada por su padre a la buena de Dios. Llega vestida con un sobretodo y debajo tiene una minifalda, pues a qué está jugando. Para que ella después de excomulgar pecados con el padre diga que la violaron”, aseguró Andrés Jaramillo."

 

Andrés Jaramillo, ante la denuncia de violación de una joven en el parqueadero de su establecimiento

Vuelve y juega la “noche de brujas” en Bogotá. Hace tres años fue el asesinato de Luis Andrés Colmenares, todavían sin resolver, y este año una denuncia por violación en un establecimiento popular del Norte de Bogotá.

Andrés Jaramillo ha quedado en la palestra pública cuando se pregunta “a qué está jugando” una joven con minifalda que denunció ser víctima de una violación. La pregunta en verdad es, ¿a qué está jugando Andrés carne de res?

Andrés Jaramillo está jugando a culpar a la víctima, a decir que las mujeres no se pueden vestir como les venga en gana, porque si son violadas por machos deshumanizados, la violación es justificada. Está jugando a la misma cosa a la que han jugado por 500 años las clases dominantes, ya fueran europeas o locales para ejercer la explotación y el esclavismo: “negro perezoso, merece ser esclavo”, “indio ignorante, merece ser explotado”, “mujer provocadora: merece ser abusada”.

Muy tarde para que Andrés Jaramillo ofrezca disculpas de ninguna clase, ya sabemos a qué juega, a proteger el nombre de su establecimiento para seguir enriqueciéndose, porque para “Andrés Carne de Res”, las mujeres parecen ser una res más; un pedazo de carne para ser devorado o violado. Su respuesta debe ser censurada y su establecimiento debe ser boicoteado, para que vea que los actos tienen consecuencias, que las palabras tienen connotaciones, que la era de la explotación y del abuso ya sea racial, sexual o étnico tiene que llegar a su fin.

Cuando vea que sus palabras le duelen en el bolsillo, seguramente Andrés Carne de Res y muchos machos más con las mismas ideas obsoletas verán que si no cambian su manera de pensar y de actuar, quedarán en el basurero de la historia… al igual que sus negocios.