No puedo negar que amé a las mujeres
Y me entregué a ellas
Como un barco sin puerto
Me bañé con sus perfumes, su sudor y sus reglas,
Bebí con ellas vino
Y me bebí el vino de ellas
Me intoxiqué con su leche y sus pezones
Me metí por cada poro de sus cuerpos
Hasta eyacular estrellas
No puedo negar que las quise
Y que me hice querer de ellas
Como si fuera el último día
Que nos quedara en esta tierra
Entré a cada vagina
Como quien entra a una iglesia
Para adorar al dios del sexo
Y comulgar con la hostia divina
De sus cuerpos
No puedo negar que tejí telarañas de pasión
Con sus pelos púbicos
Y que escalé sus senos dedo a dedo
Hasta llegar a la cima del placer
Y desde allí contemplé todas las montañas del deseo
No puedo negar
Que me lancé al vacío de sus besos
Hasta caer prisionero de unos ojos azules, verdes, negros
No puedo negar
Que las sigo amando
Como si fuera el primer día
De haberlas descubierto…
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